VALÈNCIA. (EFE).- La gimnasta alcoyana Laura Casabuena aseguró, después de clasificarse para los Juegos Olímpicos de París en la Copa del Mundo de Doha (Catar), que ha conseguido “el sueño de toda una vida” y que va a prepararse “a tope” para la cita olímpica de este verano.
“Estoy muy feliz. Es difícil explicarlo. Emocionada, satisfecha, aliviada, sensible, ilusionada… Han pasado ya unos días, pero no me lo acabo de creer. Lo iré asimilando con el paso de las jornadas. Pero, sobre todo, con la sensación de haber logrado el objetivo por el que tanto he luchado, y que me ha obligado a un tremendo esfuerzo”, dijo al Proyecto FER.
Casabuena, de 18 años, se colgó la medalla de bronce en la final de suelo y fue quinta en la de barra de equilibrios. “El día clave, llegué al pabellón muy nerviosa. Intentaba tranquilizarme. Trataba de relajarme. Me decía a mí misma: 'vamos, estás ante el momento que has soñado; y lo tienes en la mano'. Pero no podía. Estaba en juego el pasaporte para los Juegos. Mucha presión”, reconoció.
“Las dos noches anteriores a las finales fue imposible dormir. De normal, de siempre, y a pesar de que llego cansadísima al final del día, no duermo especialmente bien. Debe de ser que soy muy nerviosa, que lo soy… Por tanto, en esta ocasión, me costó más, si cabe, conciliar el sueño. Dormí algo, sí, pero poco y mal”, contó.
Desde que, a mediados de febrero, se celebró en El Cairo la primera de las cuatro pruebas de la Copa del Mundo, Casabuena explicó que los dos meses a los que ha tenido que enfrentarse han sido duros y complicados por igual.
“En lo físico, porque no ha habido tregua desde que arrancó el año. Eran cuatro Copas del Mundo en apenas dos meses. Imposible bajar la guardia. Y en lo mental, porque han sido semanas de permanentes altibajos emocionales. Ilusión y esperanza, pero también presión y ansiedad. Empecé bien; luego, se me complicó: más tarde, me recuperé… Soy joven, pero no creo que vuelva a enfrentarme a dos meses de tanto estrés y tanta tensión”, expresó.
Tras la barra de equilibrios, Casabuena ya sabía que era olímpica, pero todavía quedaba la final de suelo en la que se colgó el bronce. “En ese momento, sinceramente, no sé ni dónde estaba. Sabía que ya era olímpica, pero todavía no podía celebrarlo a tope porque me faltaba la final de suelo”, recordó.
“Estaba confusa, desorientada… pero me relajé y me concentré. En el fondo, el subconsciente intervino y me permitió afrontar con más tranquilidad la final de suelo. También me ayudaron mucho las palabras de la seleccionadora Lucía Guisado”, agregó.
Por último, Casabuena, que apuntó que tenía más de 500 mensajes en el móvil, tiene en poco más de una semana el Campeonato de Europa, una competición que va a disputar y, sobre todo, disfrutar con el billete de París en la mano.
“Por supuesto, como siempre, quiero conseguir el mejor resultado, pero va a ser un privilegio afrontar un torneo importante sin la tensión y la presión de los últimos dos meses”, finalizó.