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Líderes

30/06/2021 - 

VALÈNCIA. El error de Unai Simón, el desconsuelo de Pedri o el empate en el tiempo añadido son tres momentos de infortunio para una Selección Española que mostró madurez, entereza y raza. Porque, más allá de la calidad -que evidentemente tiene La Roja-, la realidad es que ayer –igual que en el partido contra Eslovaquia- percibí otra cosa: Hay líderes en el equipo.

Mirad, el aspecto psicológico y emocional es vital en el fútbol. Al equipo está claro que le afectaron esos momentos explicados antes, pero supo sobreponerse y levantarse a diferencia de lo que ocurrió en los primeros encuentros. Gracias a la solidaridad entre compañeros y el apoyo mutuo se puedo salvar la situación. Más allá de la creencia en las ideas del entrenador –que también es fundamental- es en algunos futbolistas donde me gustaría poner el foco. Jugadores como Azpilicueta o Busquets supieron acercarse a darle apoyo, ánimo y hacerles ver al resto de compañeros que se podía cambiar el signo del partido. No en vano Unai Simón acabó salvando a España y Pedri cuajando una buena actuación.

Y eso, justo eso, es lo que hacía falta en esa selección. Líderes, con brazalete o en la sombra, que sean capaces de asumir la responsabilidad, levantar el ánimo del compañero y aceptar el reto sin ningún tipo de cargas. Porque esos futbolistas son los que hacen mejores al resto. Gayà, Ferran, Dani Olmo e incluso Morata hicieron también un buen partido siendo el reflejo y la consonancia en la identidad de un grupo que estaba falto de referentes en los primeros encuentros más allá de la figura del entrenador.

Hablando en clave valencianista –que es lo que más nos toca de cerca- es una de las cosas que hemos echado en falta en algunos tramos de la temporada. Sin desmerecer a unos capitanes que han hecho lo que han podido, este año no hemos tenido esa figura a la que antaño el vestuario recurría en momentos críticos. Evidentemente tampoco hemos tenido un técnico en condiciones que pudiera liderarles, pero los Gayà, Paulista o Soler han tirado del carro lo que han podido, en una temporada que no ha sido fácil en ningún aspecto. Un escenario que ya venía viciado por todo lo sucedido en verano y perjudicado por los malos resultados posteriores. Desde incendios internos en el club, pasando por malos momentos en muchos partidos hicieron que estos futbolistas maduraran tan rápido como pasaba la temporada, a riesgo de quemarse antes de tiempo y siendo superados en algún momento.

Al final, echando la vista atrás, necesitamos ese ejemplo de oficio que te guía cuando te empatan un partido, cometes un error o vienen mal dadas en el vestuario. Y no hablo de edad, hablo de galones y de identidad. Ahora, con Bordalás, al menos tienes a uno en el banquillo que puede ayudar a encontrar esa filosofía en la que creer, algo que no sucedía desde la llegada de Marcelino y que estoy seguro que nos ayudará a volver a encontrar el camino que merecemos seguir en lo deportivo.

Este tipo de entrenadores, que sacan lo mejor de cada futbolista y que hacen que un jugador muera por otro, son los que crean líderes. La prueba la tenemos con el propio Marcelino, cuando recuperó a un Dani Parejo para la causa convirtiéndolo en santo y seña del valencianismo durante su estancia en el Valencia CF.  

Pero voy más allá: también hacen falta líderes fuera del terreno de juego. De eso, hace mucho que no tenemos nada en Valencia. Desde que empezó el movimiento social tras la mala gestión de club, se echa en falta una persona con argumentos que convenza a todos los estamentos del valencianismo, abandere la causa y nos saque de esto. Nada de discursos agresivos o utópicos. Solo lógica, fútbol y sentimiento. Si bien es cierto que hay muchos grupos intentando y promoviendo iniciativas, echo en falta ese estandarte empresarial y valencianista que lidere el cambio. Ese nombre que sume a todos los colectivos.

Una persona capaz de unir, agrupar y aglutinar a todos los sectores del valencianismo; con capacidad empresarial y económica; y que tenga buenas relaciones institucionales e influencia en la sociedad. Si además de todo ello, se rodea de gente de fútbol y empatiza por completo con el sentimiento valencianista, creo que nadie pondría un `pero´ a sumarse a sus filas. Es el momento de que esa persona, si la hay, dé un paso al frente. Es la hora de que pueda ser el líder que esta afición merece.  Es el momento de los líderes.

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