VALÈNCIA. La halterófila Lidia Valentín recalcó este miércoles su felicidad por practicar desde niña su deporte, pese a estar teóricamente "muy dirigido" a los hombres, lo que hace que le dé "igual" lo que puedan decir desde fuera, mientras que la exatleta Ruth Beitia insistió en la necesidad de "educar en igualdad".
"Ha habido chicas antes que yo, pero siempre he tenido que derribar algún tipo de barrera porque un deporte muy dirigido al género masculino. De hecho, yo he tenido muchos referentes masculinos", señaló Valentín durante su participación en las 'Jornadas Mujer y Deporte' organizadas por el COE.
La leonesa aseguró que hace oídos sordos a lo que se le pueda decir desde fuera sobre si es un deporte 'adecuado' para mujeres. "Yo me quedo siempre con los mensajes positivos. Lo tuve claro desde el inicio, me enamoré de la halterofilia con 11 años y cuando la practicaba sentía algo especial. Resultaba raro, pero cuando estás en tu sitio y haciendo lo que te gusta, te da igual lo que digan. Hay que juzgar el talento, no cómo se llame la persona", zanjó.
Junto a ella también participaron en esta mesa redonda otras campeonas olímpicas como Tania Lamarca, que formó parte del equipo de gimnasia rítmica que ganó el oro en Atlanta'96, Ruth Beitia, oro en salto de altura en Rio 2016, Támara Echegoyen, miembro de la tripulación que ganó el título en la modalidad de 'match race' en Londres 2012, e Isabel Fernández, metal dorado en judo en Sydney 2000.
"El deporte te da muchísimo, pero creo que en vez de quitar algo, cambia. Yo me siento afortunada por la adolescencia y la juventud que tuve por la gimnasia, que es un deporte que requiere quitarte muchas cosas, pero mereció la pena", afirmó Lamarca.
La exgimnasta confesó que en su caso no tuvo "sensación de desigualdad" porque entonces la rítmica era "un deporte totalmente femenino". "Si nos costó enfrentarnos al deporte por ser niñas y nos costaba mucho que nos hicieran sentir deportistas 'de primera'", apuntó, confesando que lo más importante es lo que hay detrás de un gran éxito- "Aquí estoy rodeada de cuatro grandes personas y eso no se le ha dado una medalla de oro", admitió.
Por su parte, Isabel Fernández dejó claro la importancia de un entorno favorable para el deportista y que existan "facilidades" para que puedan sacar "resultados de élite". "Quizá nos ha faltado el tema de patrocinios, pero ahora hay muchas empresas que están apostando por el deporte femenino", reconoció.
"Cando eres deportista y estás centrada trabajando para sacar un gran resultado, estás tan metido en tu rutina que no te das cuenta de lo que consigues. El oro de Sydney 2000 lo he valorado más a posteriori que es cuando te das cuenta de lo que ha costado", añadió la exjudoca alicantina.
La exatleta Ruth Beitia recordó que fueron sus padres los que "decidieron" que "el deporte formara parte" de su educación cuando era una niña y que se esmeraron en educarla "en la igualdad". "Soy lo que soy gracias al atletismo y al deporte", manifestó.
La cántabra, que resaltó que "el olimpismo ha hecho mucho por romper barreras", cree que su deportes es el "más igualitario" y que ella nunca ha sufrido "agravio comparativo", aunque no escondió que en los deportes por equipo "hay una brecha salarial y mediática" pese a que las mujeres están consiguiendo "grandes logros".
"Creo que hay un cambio generacional importante y somos nosotras las que tenemos que dar el paso hacia los puestos de gestión. Tenemos que dar más visibilidad a la educación en igualdad y no olvidar que el deporte puede ser el escaparate principal para otros sectores donde mujer está en segundo plano", agregó Beitia.
Finalmente, la regatista Támara Echegoyen apuntó que "el mundo de la vela está cambiando como todos" y que ella tuvo la opción de competir en la Vuelta al Mundo "en un equipo mixto". "Pude ver el valor de los equipos heterogéneos. Yo soy muy fan de las diferencias, creo que la mezcla hace que las debilidades se conviertan en fortalezas y vi que las mías hacían mejores a mis compañeros", recalcó.
"El cambio lo debemos promover entre todos porque estamos en un momento donde no hay que parar. Uno de los valores del deporte son el respeto e igualdad. La mujer empezó mas tarde, ha avanzado de manera exponencial y en menos años hemos logrado éxitos, con ayuda de referentes masculinos que tenían más experiencia y nos ayudaron a recortar esa distancia. La visibilidad nos permite llegar a más patrocinadores y a la base de niños y niñas que puede fijarse en esos referentes. Los deportistas deben ser conscientes del potencial de nuestro legado y el de saber transmitirlo, yo creo que he dejado uno excepcional", concluyó la gallega.