Lim decide que banquillo quiere

VALENCIA. Peter Lim compró la mayoría accionarial del Valencia CF por su gran afición al fútbol y por su gran sueño de poder tener un club europeo importante con el que competir por los grandes títulos. Él siempre quiso un club para ser él quien tomara las decisiones deportivas en primera persona. A la vista está que tras lograr controlar un club de la magnitud y la historia del Valencia CF sus decisiones deportivas no le están acercando, ni de lejos, a su objetivo de construir un buen equipo de fútbol que pudiera competir con los grandes europeos.  

Ahora, una vez se ha tomado la decisión de que el inglés Gary Neville no continúe en la entidad la próxima temporada llega el momento de que el empresario singapurense decida el siguiente inquilino del banquillo valencianista. Lim tiene que decidir antes que el nombre, el perfil que quiere elegir para darle la responsabilidad de dirigir a la plantilla. 

Ahora mismo, el club de Mestalla tiene a muchos entrenadores deseosos de ser los elegidos para dirigir al equipo. Sin embargo, lo primero es delimitar que se busca. Si el Valencia CF quiere un entrenador de prestigio, con experiencia, ganador y acostumbrado a la presión de un gran club deberá estar dispuesto a que su técnico sea mejor pagado que la mayoría de los futbolistas del primer equipo. Cualquier entrenador de esas características no cobra menos de cinco-seis millones de euros por temporada de coste para el club. Esa decisión debe ser del máximo accionista. 

La afición valencianista se ha pronunciado en las últimas semanas de manera muy evidente tanto en el estadio, dejando claro que no querían la continuidad de Neville, como a través de las redes sociales, encuestas y foros sobre sus preferencias para el banquillo de cara al próximo curso. El chileno, Manuel Pellegrini, es de lo que queda libre el próximo verano lo que más ilusión despierta entre los aficionados teniendo en cuenta que sin Champions ni Europa League la inversión en fichajes será la cantidad que se obtenga por traspasos. Es decir, ya que el proyecto deportivo tiene pinta de que será austero el aficionado al menos espera que se haga un esfuerzo para traer un entrenador contrastado y que tras muchos entrenadores sin experiencia en el banquillo pueda conseguir buenos resultados. 

Con Pellegrini se han mantenido conversaciones desde hace meses, antes incluso de que se hiciera oficial que no continuaría en el City, pero no se ha dado el paso definitivo que quiere el sudamericano para cerrar el trato. Pellegrini quiere proyecto deportivo más que dinero y saber que podrá hacer un equipo a su medida para poder crecer y competir en un margen de dos o tres temporadas. Si no es así, no aceptará jamás el cargo en el Valencia CF. Si Lim apuesta por él, el chileno se sentará en el banquillo de Mestalla. 

En este perfil de técnicos importantes y con un caché alto estarían entrenadores como Juande Ramos, Sampaoli o Villas-Boas. Todos estos estarían por encima de los dos millones netos por temporada y además exigirían un equipo competitivo para entrenar en Mestalla. 

Si por el contrario, el asiático decice un perfil menor, más económico y que venga a seguir su progresión en el club blanquinegro, se abre un abanico de opciones muy grande y que puede ir desde el millón anual que cobra Paco Jemez en el Rayo Vallecano a la cantidad mínima que percibe Rubén Baraja en el Elche de segunda division. Estos ya serían un plan alternativo y que no era la intención de la propiedad hace solo un par de meses. Es lógico pensar que estos entrenadores no pondrían prácticamente condiciones deportivas para fichar por el club de Mestalla, ya que sus ganas de dar un paso tan importante en sus carreras les haría aceptar cualquier plantilla que les pusieran a sus ordenes. 

Suso García Pitarch fichó como director deportivo del Valencia CF a inicios enero y está por ver cual será su campo de acción en la planificación de la próxima campaña. Sin embargo, pese a que se le pedirá su opinión la decisión definitiva sobre el próximo entrenador valencianista la tomará el máximo accionista.