VALÈNCIA. Quique Llopis ha subido otro peldaño. El atleta de Bellreguard ha tuteado a los mejores vallistas del planeta y ha terminado noveno en su segundo Campeonato del Mundo -el año pasado fue décimo sexto en Oregon-, una posición que tiene un ligero sabor amargo porque se quedó a un puesto de la final, pero es un resultado excelente para un atleta de 22 años que este año ha dado otro paso al frente. Llopis, además, igualó su marca personal (13.30).
El atleta del Playas de Castellón corrió la segunda de las tres semifinales. Pasaban los dos mejores de cada eliminatoria y los dos mejores tiempos, y como Llopis entró tercero con el mejor tiempo hasta ese momento tuvo que esperarse en la ‘silla caliente’, un sofá que hay junto a la meta donde tienen que aguardar los aspirantes a la final a conocer el desenlace de la tercera semifinal, en la que los dos, tanto el tercero, el francés Belocian (13.23), como el cuarto, el suizo Joseph (13.25), mejoraron el registro de Llopis.
El valenciano resalta que estuvo dos meses sin poder entrenar en condiciones después del aparatoso accidente que sufrió en la final del Europeo en pista cubierta de Estambul. Ahora sólo le queda una competición, el 31 de agosto en el mítico mitin de Zúrich, donde despedirá la temporada el pupilo de Toni Puig. “Estoy muy contento porque no estaba ni entre los veinte mejores con marcas antes del Mundial y ahora soy noveno del mundo. Es una alegría y algo que hace dos meses era inimaginable. Da rabia quedarte tan cerca pero hay ocho que han corrido más que yo y no hay otra. Ahora quiero pensar que el año que viene será muy importante”.
Llopis explicó ese trance de pasar cinco minutos esperando a ver si entraba o no en la final. “Sabía que iba a ser muy difícil pasar sin haber bajado de 13.30. Lo he vivido con tensión. He intentado relajarme ahí sentado, pero me he tenido que levantar porque estaba muy nervioso”.