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Dealbert en Veus-Fecé: "Llorente nos decía que para poder cobrar había que entrar en Champions"

20/01/2024 - 

VALÈNCIA. Ángel Dealbert, jugador del Valencia CF entre 2009 y 2012, es el protagonista en Veus-Fecé el programa de cultura de club de Plaza Podcast. En sus tres años como valencianista vivió momentos de felicidad y de mucha presión en Mestalla que cuenta durante el programa que puedes escuchar en este enlace: Veus-Fecé con Ángel Dealbert

El Valencia de Rubén Baraja

Pues lo estoy viendo con una dificultad interna complicada desde fuera; la sensación que me da. Pero con un trabajo de Rubén extraordinario en el campo. Con los mimbres que tiene, con la gente joven que tiene, con el vestuario que tiene, la verdad que es extraordinario. O sea, ver gente de la cantera, con ya tanta responsabilidad y jugando en primera división y estando ahí, pues tiene mucho mérito. Tiene mucho mérito y eso es un trabajo diario. Es un trabajo de cada día de trabajo con los chavales y de que no se note pasar de un filial de segunda RFEF a jugar en primera división. Es que es un paso muy grande. Pero son chavales que entrenaban día a día con el primer equipo y con responsabilidad, con ilusión, con una mentalidad de que pueden estar ahí perfectamente. Y yo, desde fuera, estoy encantado de la vida: de que haya tantos canteranos y de que sobre todo le vaya tan bien a Rubén porque el trabajo que está haciendo tiene mucho mérito.

Su fichaje por el VCF

Un reto importante. A un vestuario diferente, a un equipo diferente con unos nombres extraordinarios, pero bueno, lo que se me transmitió en aquel momento me gustó muchísimo. No iban a hacer fichajes extraordinarios, sino fichajes, porque los jugadores extraordinarios ya los tenían, y lo que querían era formar un equipo con gente más humilde, gente más trabajadora, gente de mucho trabajo y formar ahí, junto con la gente tan importante que tenían, un grupo como quería Unai. Me transmitieron y me dijeron las cosas muy claras. Me tenía que ganar un sitio desde el primer día, que todo era posible, siempre cuando lo demostrara y diera el 100% y que tenía una pretemporada por delante ganarme un sitio. Y así empecé. 

La ida y vuelta con Fernando Gómez

Sí, sí, indudablemente, ha sido importante en mi vida y es amigo; lo considero amigo y una persona para mí con muchos valores, con muchos valores. Cuando se me dice que busque una persona para trabajar al Castellón en la parcela deportiva, pues, indudablemente, se me vienen a la cabeza nombres, pero la primera decisión mía fue hablar con Fernando, sin ninguna duda. Lo conocía, sabía lo que podía aportar, la persona que es, la persona respetable que es, el trabajo que podía dar, su manera de opinar, que era muy importante y así fue. Mira, en la vida nunca sabes lo que puede ocurrir y como tú bien has dicho 12 o 13 años antes fue él que el me firmó a mí para el Valencia como jugador; después cuando vino al Castellón como director deportivo le dije a la propiedad que era la persona que tenía que ocupar ese cargo.

Reivindicar la figura de Fernando en el VCF

Es una persona de las más representativas del Valencia, de la historia. Tú le viste jugar cuando eras un nene. Y lo vi jugar también en el Castellón. Castalia se levantaba aplaudiendo la clase que él tenía. Siempre cara al gol, su manera de colocarse, un jugador que veía puerta muy fácil y con una técnica exquisita. Una persona muy, muy valorada y respetada en Valencia, por lo que ha sido. Estamos hablando de un jugador de los más importantes de la historia de la Valencia. Ahora todos no pueden estar en el club. Él pasó su momento y ahora hay otra gente. Y para estar ahí, tiene que haber gente que confíe en ti. Y bueno, ojalá algún día pueda volver ahí al club. Porque yo sé que es el club que él ama y es el club de su vida, sin ninguna duda. Podría aportar muchas cosas ahí dentro y... ojalá volviera.

Significado de jugar en el VCF

Todo. Para mí, como futbolista, fue el club que me dio la posibilidad de poder dar el salto, para vivir lo que es el máximo nivel. Vivir lo que es una estructura tan grande como la de Valencia y una afición tan grande como es la de Mestalla. Ha sido la etapa donde he ganado en sabiduría y en la que más me he exprimido para poder aprender muchas cosas. Esa exigencia de estar con jugadores que lo tienen todo y pasar a veces a estar muy criticado. Yo u otros compañeros, eso me impactó, pero me ayudó mucho también para todo después de mi carrera. 

Llorente y la importancia de ser terceros

Conseguimos tres años quedar terceros, que fueron para el Valencia la vida a nivel económico, la vida. Y jugar Champions otra vez para el Valencia. Al final, el club económicamente vivía de eso. Recuerdo anécdotas del presidente, de Llorente. Recuerdo que él venía, me acuerdo que venía todas las pretemporadas, venía al vestuario, a los primeros entrenamientos y lo primero que nos decía muchas veces era que para poder cobrar y dar valor al club había que entrar en Champions. Así de claro. A la plantilla. Él llegaba al primer entrenamiento y lo decía. Una persona que tenía muy las ideas muy claras, y muy claro lo que en ese momento el club se jugaba. Y con la plantilla que veía delante, con los jugadores que había y el grupo que había... Lo decía muy claro, o sea, entrar en Champions es la vida para el club. Y bueno se hizo un gran trabajo y lo conseguimos, tres años seguidos. 

Un pero

Las eliminatorias se nos atragantaban. Nosotros lo veíamos. Decíamos: "Estamos cerca", en el propio vestuario lo decíamos. "En Liga lo tenemos todo más o menos bajo control. Pero podemos hacer algo. Podemos hacer algo. Podemos hacer algo porque son equipos que no son mejores que nosotros", comentábamos. Pero al final no logramos dar ese golpe para poder ganar algún título. Es la espinita que tenemos clavada. Una final. Jugar una final. Una final de Europa League, de Copa del Rey, poder pelear eso, más que nada por el equipo que teníamos, por la plantilla que teníamos. Ahí sí que nos quedó un poco... 

Unai Emery

Manejar un vestuario como era aquel para un entrenador que venía del Almería, de haberlo hecho muy bien con la Almería, como Unai Emery... No es fácil. Lo supo llevar muy bien y supo organizar un grupo con todas las competiciones que jugábamos, porque en aquel entonces se jugaban tres competiciones. Y bueno, también la plantilla que tenía era una plantilla larga, pero era una plantilla de jugadores muy importantes, selección española, internacionales, y después gente de nivel medio, más trabajadores. Al final en un campo no solo hay que recuperar, hay que correr, hay que posicionarse, hay que trabajar para que después los importantes definan. Y Unai eso lo supo llevar muy bien. Ya te digo, sobre todo educación, trabajo y que vieran que era el primero en llegar y último en irse. Y para eso también tenía un grupo de trabajo muy bueno, con Carcedo, que trabajaban muy bien. Y eso pues ayudó mucho.

Exigencia de Mestalla

 Los jugadores, muchos jugadores que han salido del Valencia y han tenido sus momentos buenos y sus momentos malos y han sabido sobrellevar esa exigencia. Te hace mejor jugador, te hace mucho más jugador, te hace mucho más jugador porque Mestalla es una plaza muy importante, muy importante, con un ambiente que vive el fútbol, la grada apoya al equipo en las malas y en las buenas. Cuando tienen que silbar te van a silbar, pero cuando tienen que apoyarte van a apoyar. El esfuerzo lo estamos viendo ahora con los chavales. Mestalla los apoya. Sabe el esfuerzo que están haciendo todos los chavales. Rubén Baraja ha conseguido que los chavales lo den todo. Eso es lo que quiere Mestalla. 

Nosotros éramos otro tipo de plantilla, muchos jugadores de un nivel top, muy importantes. Pero en el momento en que bajábamos un poco el nivel también sentíamos esa presión y Mestalla a nosotros, también nos sacó pañuelos. Y el equipo nunca bajaba de la sexta plaza. Nunca. Sexta, séptima plaza. Que yo recuerde, no he vivido nunca estar tan atrás. No, y cuando estaba en sexto era un drama. Era un drama. 

Mathieu

Jeremy era una persona muy buena gente, pero distante. A ver, hablaba menos que... Hablaba poco. Era monja de clausura. Pero después en el tema físico era mejor. La potencia que tenía era extraordinaria. Era una persona muy introvertida, distante. Poco a poco se fue soltando hasta que fue capitán en el Valencia. Imagínate, ¿no? Una persona que aprecio mucho también. Teníamos el problema del lenguaje. Yo, como central zurdo, lo tenía muchas veces a mi lado y le decía: "¡Eh! ¡Eh!". Era la palabra. Yo le hablaba en español para que él entendiera. Los capitanes le hablaban en español para que lo entendiera y se espabilara. Y la verdad que esa misma temporada fue cuando Unai apostó mucho por el doble lateral. 

Jordi Alba

Jordi Alba era mi compañero de habitación. Era mi compañero de habitación, pasaba mucho tiempo con él. No tenía carne de coche y lo llevaba a su casa y lo recogía para entrenar. Y a veces me quedaba en su casa porque yo no tenía vivienda aquí, vivía en Castellón. Hice una relación muy buena con él. Lo quería muchísimo. La verdad que era un chaval, un niño muy querido en el vestuario. Él se hacía con todos. 

David Villa

Lo que más impresionaba era el golpeo a portería. O sea, golpear con la izquierda, golpear con la derecha. Desde cualquier posición. Control y golpeo. La facilidad que tenía, ya no dentro del área sino cerca del área; golpear con la izquierda, con la derecha era una manera de ver la portería y de definir con una agresividad brutal.

Silva

De Silva me gustaba la calidad, la manera de controlar el balón y ponerse entre el balón y el jugador contrario para que le quitaran el balón. O sea, siempre le hacías falta. O sea, es que siempre le pegabas patada porque era complicado quitarle el balón, porque lo protegía. El balón lo controlaba de una manera exquisita. Luego la manera de verle el pase y de darle la pelota con ventaja a David Villa. Espectacular.

Mata 

Mata era calidad, la definición de fuera adentro. El golpeo que tenía; no un golpeo fuerte pero golpeo de colocación y preciso. Balones por delante también muy precisos y de mucha calidad. Y era ágil en movimiento, al ser pequeño, muy ágil en el movimiento. Muchas veces indetectable para las defensas. Estás ahí y de repente aparece en cualquier hueco. Y muy rápido de movimiento también con ese golpeo, no de fuerza como Villa, que golpeaba brusco y colocado, él era más de técnica, más de colocación. Muy bueno también. 

Soldado 

Potencia, energía. Sus remates al primer palo. Agresividad en el área. Una agresividad de golpeo en el área. Una potencia de unos tres o cuatro primeros metros. Brutal. Un carácter dentro del campo que no tiene fuera. 

Aduriz

Totalmente diferente a Soldado. Una bellísima persona pero en el campo muy duro, con un remate de cabeza excepcional. Siempre con los tiempos medidos en el salto para rematar de cabeza. Un rematador nato. 

Jonas

Calidad. Parecía que el partido no iba con él, pero cuando cogía el balón se le veía toda su calidad. Cómo se giraba, su definición porque también tenía gol. Al principio le costó adaptarse, pero una vez se adaptó fue también un jugador importante. 

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