VALÈNCIA. Lo mismo de siempre lejos de Mestalla. La Champions League dio una nueva lección al Valencia en el estadio de San Siro con una dura derrota por 4-1 ante el Atalanta y que deja a los de Celades con pie y medio fuera de la máxima competición continental. Había temores de volver a caer en las decepcionantes actuaciones a domicilio y así fue.
El Atalanta aprovechó la naturaleza del Valencia para conceder y conceder ocasiones. Los italianos demostraron tener un estilo de juego muy valiente y atrevido, con muchas variantes en su juego ofensivo. No obstante, la fragilidad defensiva que demostró durante los noventa minutos es a lo poco que puede aferrarse el Valencia para remontar y seguir en la Champions.
Sin hacer un gran partido ni mucho menos, la realidad es que el Valencia también dispuso de ocasiones para meterse en la eliminatoria. Sin embargo, al igual que le ocurrió en Mestalla contra el Ajax en Mestalla, la Champions no admite despistes y tampoco permite que perdones al rival una y otra vez. Pasalic pudo marcar nada más empezar, pero Jaume evitó el tanto con una parada sensacional.
A los quince minutos llegó el primero. El Valencia volvía a recular en exceso, todos los defensas metidos casi dentro del área y Hateboer apareció en el segundo palo para hacer el 0-1. El Valencia pudo empatar, pero Ferran, Guedes y Gayà no acertaron cara a puerta. Esos fallos se pagan con goles en la Champions. Ilicic hizo el 2-0 antes del descanso.
En la segunda parte, el Valencia CF siguió con la misma tónica. El Atalanta aprovechó la falta de puntería de su adversario y las facilidades defensivas para ponerse 4-0 en el marcador. En el camino, Maxi Gómez falló dos ocasiones que un ariete de su nivel no se puede permitir. Cheryshev arrojó un rayo de esperanza con un buen tanto nada más entrar por un apático Guedes. En definitiva, al Valencia solo le queda encomendarse a Mestalla en busca de un milagro que se antoja muy difícil.