¿Pronto o tarde para dar el salto al primer equipo? Pues miren, yo no me pienso mojar dándoles un diagnóstico inquebrantable... no me atrevo. Ahora bien, si me atrevo a decir una cosa. Fran Villalba es una joya de la cantera valencianista
VALENCIA. Debutó el otro día, en la Copa, y las secuelas de ese debut le abren unas puertas gigantes para la edad que tiene. Me refiero obviamente a ese chaval de nombre Fran y de apellido Villalba que de alguna forma nos robó un poco el corazón a todos el día de su debut. Tiene cara de niño y cuerpo de niño. Si te lo cruzas por la calle inmediatamente te haces un cálculo en la mente sobre que curso estará estudiando ese chaval. Cuerpo escaso, cara de eso, de niño, y un talento enorme en sus botas.
EL GRAN DEBUT
Fran Villalba debutó el miércoles con su Valencia con un partido menor: frente al Barakaldo. Pero les voy a pedir un favor. Olviden al rival, su nombre y su categoría. Quédense con lo más importante. Quédense con el debut de un chaval de 17 años que demostró tener una calidad enorme. Quédense con eso... y así disfrutarán de lo visto.
PUERTAS ABIERTAS
Obvio, fue debutar y debutar de una forma tan escalofriante que se le han abierto todas las puertas del mundo. Y entre ellas, claro está, hablamos también de las puertas del primer equipo del Valencia Club de Fútbol. Dicho así, de golpe y porrazo, y pensando en que es una joya de tan sólo 17 años, puede parecer hasta grotesco. Ahora bien, si alguno de ustedes lo vio jugar los minutos que le dio Gary Neville estará de acuerdo conmigo que este tipo de futbolistas es de lo que rompe moldes.
¿Y SU FUTURO?
¿Pronto o tarde para dar el salto al primer equipo? Pues miren, yo no me pienso mojar dándoles un diagnóstico inquebrantable... no me atrevo. Ahora bien, si me atrevo a decir una cosa. Fran Villalba es una joya de la cantera valencianista. Y a las joyas se las va puliendo poco a poco para que sean piezas de colección estimable. Pulamos pues a Fran Villalba. Esa joya tiene que florecer en el propio Valencia... ¡faltaría más!
DESCARADO
Al término del partido Fran Villalba estaba hecho un cromo. Nervioso, sabedor de que había debutado con el primer equipo y orgulloso por haber jugado en Mestalla junto a sus admirados miembros de ese primer equipo y que lo había hecho por derecho... es decir, bien. Y eso es mucho decir para un chavalín de tan sólo 17 años. Pero así fue. Es más, Fran Villalba fuera de los terrenos de juego parece precisamente lo que es: un chavalín con más o menos descaro pero un chavalín al fin y al cabo.
UN TIPO SINGULAR
Pero es un tipo especial. Me cuentan los que le ven a menudo que este Fran Villalba es un tipo singular. Es ver una camiseta del Valencia, ponerse una camiseta del Valencia y cambiar por completo su aspecto. Con el balón en los piés es un futbolista hecho y derecho... y sin el balón en los piés es un chavalín todavía por pulir. Ahora bien, de todo, yo lo que espero es que el Valencia de con la tecla adecuada para sacarle todo el partido que él mismo encierra. Es talento... y un talento de enormes proporciones.