opinión

Los 5 motivos por los que el Valencia es probable que remonte

9/05/2019 - 

VALÈNCIA. A veces es levantarse y ver ante los propios ojos un mar de certezas. Como cuando Adrian Ilie, en pleno efecto 2000, vio claro que el mundo estaba a punto de acabarse. Eso mismo, pero al revés. Hay motivo para creer, anda que no 

1. Debemos creer en la remontada… porque afortunadamente esta vuelta no se juega contra un Barça acabado de eliminar de la Champions. Ya se sabe, el Barça eliminado es el mayor peligro público, no como si no estuviera eliminado, que entonces se convierte en un rival débil que no da importancia a los partidos decisivos que juega. El Arsenal no es el Barça, esa es la lectura. Por culpa del Liverpool el Valencia ya no tiene ninguna opción en la final de Copa, pero nuestros querido oráculo nada ha dicho de estas semifinales. Podemos estar tranquilos entonces.

2. Debemos creer en la remontada… porque el Liverpool nos ha enseñado el camino. Hasta el martes pensábamos que los partidos se remontaban empatándolos, pero el glorioso Liverpool mostró que no, que hay que vencer por una diferencia mayor que la que acarreabas en contra. Incluso los jugadores lesionados deben ponerse camisetas con mensajitos de taza de café. Y creer, creer mucho, creer a tope. No, ahora en serio, ¿qué demonios le tenéis que contar a este equipo, hecho a base de imprevistos, de lo que es creer en lo que nadie creía?

3. Debemos creer en la remontada… porque de tanto usar el concepto ‘reamuntada’ (va, la primera, la segunda, la tercera y la cuarta vez estaba bien) alguna recompensa nos ha de deparar el destino a cambio de nuestra bendita paciencia. Lo malo de sobar tanto el concepto es que parece que cada dos por tres sea el turno para un acontecimiento épico-histórico. Viva la reamuntada!

4. Debemos creer en la remontada, digo reamuntada… porque, a pesar de tanto augurio amargo, Unai ha pasado desapercibido y apenas parece que esto vaya de vengar a Unai (hubiera sido una actitud pobre), sino de superar unas semifinales europeas. Cuestión distinta es Emery, a cuyo duende para abrir los partidos y celebrar ceremonias de la confusión apelamos. Se puede reconocer el mérito y la firmeza de Unai como técnico y al mismo tiempo confiar en que aparezca Emery en el banquillo para repartir un poco de fortuna al estadio que lo quiso tanto que le puso altas las expectativas. 

5. Debemos creer en la remontada… por una cuestión de lógica. El Valencia se ha quedado solo en la defensa de un título europeo para España y justo trae el sentido inverso a las ventajas que disfrutaban Madrid y Barça antes de quedar eliminados. ¡Al Valencia, a diferencia de los terribles resultados que arrastraban Madrid y Barça en la ida europea, no le pueden remontar! La temporada del marcelinato es una rebelión puñetera contra las previsiones y los vinagres. No se trata de un partido, es la validación de nuestras supersticiones. 

Ah, Kondogbia, no olvides la camiseta del Never Give Up.

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