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Los aciertos válidos de Gary Neville

Tampoco hay que hacer castillos en el aire, pero ha cambiado algo. Hay más compromiso. El momento es otro. La dinámica es mayor. Y se ganan partidos. Y ganar partidos ahora mismo para el Valencia es riqueza...

25/02/2016 - 

VALENCIA. En el Valencia hay razones objetivas para volver a mirar hacia arriba. Y lo cierto es que es importante. Porque en un par de semanas todos han pasado de hacer cuentas con la calculadora para evitar el descenso, ya que había razones deportivas para preocuparse por mirar hacia abajo después del partido ante el Betis, a mirar ahora hacia arriba. La larga travesía por el desierto de esos doce partidos en liga sin conocer la victoria ya es historia. Que los vientos soplen a favor de una vez por todas. Es un momento óptimo. 31 puntos y a tiro de dos partidos de Europa League. Y la séptima plaza puede suponer ir a Europa directo, aunque se fracase en el objetivo inicial del cuarto puesto de Champions, que no hay que olvidarlo.

Que el Valencia haya ganado tres partidos de manera consecutiva es una magnífica noticia. Sufrió, pero ganó y eso también tiene connotaciones positivas, como es lógico. La parte resultadista es positiva. Yo me quedo con eso. Porque antes, ante rivales tan bien limitados no se conseguía la victoria, y ahora consigues ganar. Porque en el juego, el equipo sigue generando dudas. Escasos avances. No he visto aún, grandes rasgos de mejora en cuanto a juego. Después de la pletórica primera mitad ante el flojo Rapid de Viena, el Granada le generó demasiadas ocasiones y era el colista. Pero ya mereció en su día ganarle al Sporting con un Negredo gafado ante el gol, y por lo menos, empatar ante el Betis. No es casualidad que las cosas vayan saliendo mejor, aunque la suerte existe en el fútbol. Falta algo más con la pelota para tener algo más de control en el partido.

Pero ahora, hay un punto de partida positivo. El Valencia ha ganado en confianza. Y la confianza se consigue a través de las victorias. Tampoco hay que hacer castillos en el aire, pero ha cambiado algo. Hay más compromiso. El momento es otro. La dinámica es mayor. Y se ganan partidos. Y ganar partidos ahora mismo para el Valencia es riqueza. Y más ahora que hay partidos de más exigencia ante rivales de más enjundia que los tres últimos.

Más de un aficionado valencianista pensará que el Valencia ha empezado a ganar desde que ha llegado Pako Ayestarán. Ante el Espanyol no estaba Pako y se ganó. Pero yo creo que los jugadores sí han notado algo el cambio. Pienso que deducir que el Valencia gana partidos porque está Ayestarán, pues no. Pero que si le da un plus más al futbolista de cara al partido, seguro también. 

Por ese motivo hay que reconocer que Gary Neville ha tenido algunos aciertos. Vayamos por partes. Considero que en unos cuantos.  La recuperación de un Negredo que estaba en el más oscuro de los ostracismos con Nuno, y aunque esté todavía algo lejos de su mejor versión, el entrenador inglés ha acertado con él. Porque Negredo estaba hundido y lo ha recuperado para la causa. Y su gol ante el Espanyol fue clave en la victoria después. Porque el de Vallecas vive del gol, y aunque sea media hora aporta.

Otro acierto. Este equipo ni sabía a que jugaba ni tenía líderes en el campo como antaño ocurría siempre. Falta de liderazgo total. Ninguna seña de identidad. Y equipo indolente. Y con la sorpresa de colocar al brasileño Diego Alves en la portería ha atinado. Nadie lo había vaticinado. No estaba equivocado. Sabía lo que iba a hacer a pesar de tener dos grandes porteros también. Porque Alves desde su puesto de brújula es un líder. No hay más que verlo. Alves es indiscutible. 

Y otro acierto, aunque ya se dio cuenta como dijo a los catorce días de estar aquí que faltaba una tecla más que importante, es contratar a Pako Ayestarán. Ha llegado el guipuzcoano y no pierde ni un partido. Porque con su llegada no es casualidad que el Valencia lleva repitiendo sistema tres partidos. Antes todo eran continuos cambios de esquema y de jugadores. Ahora parece que se ve a lo que quiere jugar Neville y Paco Ayestarán. Hay cosas positivas. Se ven detalles que quiere hacer el Valencia. Al menos, ya hay una idea. El equipo tiene mejores jugadores, porque tiene un dibujo claro y hay una idea de trabajo.

Antes no. Ahora entendemos mejor lo que nos piden que hagamos, dijo Negredo el otro día. Lo dijo tal cual. No se cortó. El inglés estaba al lado. Con Neville es claro que había un problema de comunicación por el idioma. Y ahora algunos se creen más lo que tienen que hacer. El funcionamiento ya es más natural y mucho más fluido. 

Y otra última, la posición de Parejo. Si Neville llegó con una idea de juego y no la puedes desarrollar con los jugadores que tienes, es evidente que tienes que buscar otra manera de jugar. Aquí y en Lima. Y si Parejo no funcionaba de mediocentro, porque en su vida había jugado ahí, pues que juegue en la posición donde iba a rendir mejor. La de ahora. Por eso, hay que elegir lo mejor dentro del equipo que tiene. Y Parejo siempre debe jugar cerca del área. Y Neville ha rectificado. Y rectificar dicen que es de sabios, y es un acierto. Porque lo tenía muy alejado del área y lo ha acercado a su hábitat natural, al área contraria.

¿Dónde estaba Parejo en el gol en Granada tras la gran dejada de Paco Alcácer?. Se acuerdan de su disparo certero. En el área. Ahí puede hacer "pupa".

Después de la tormenta siempre llega la calma como diría aquel. Una calma en forma de tres victorias consecutivas que hace un efecto de pomada curandera y ayuda a afrontar el Athletic sin que salten las alarmas. Y hay quien piensa que si Neville con la ayuda de Ayestarán es capaz de seguir equilibrando al equipo, sacarle brillo e incluso acercarse a posiciones de arriba, deberá ser tenido en cuenta para el futuro.

El sigue esforzándose por levantar al equipo. Pero la palabra siempre la tendrá Peter Lim.

Aquí ya se sabe que pasamos del desastre a la euforia en cuestión de segundos. Y aunque Neville ha acertado en algunas cuestiones mencionadas, y sea de máxima confianza de la propiedad, o sea hombre de club o parte del círculo más íntimo de la familia Lim, me parece precipitado aún tomar una decisión de renovarle como ha salido esta semana. Una temeridad por el momento. El momento es óptimo, pero aún quedan 12 jornadas de Liga y la Europa League. Y se lo tiene que ganar.

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