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Los deberes de Felipe Miñambres

21/02/2024 - 

VALÈNCIA. Felipe Miñambres tiene trabajo en el Levante. De hecho, tiene el doble. El astorgano ha vuelto a bajar del despacho a la hierba para liderar el dubitativo camino del club hacia el "ascenso de la ilusión" y borrar de un plumazo las contradictorias sensaciones del equipo de Javi Calleja, incapaz de enlazar victorias que le despejasen un sendero a la promoción que está hoy atestado de rivales. Pero lo que también habrá de hacer el propio Miñambres es capitanear el rumbo de la entidad en lo que a planificación deportiva se refiere, tarea harto complicada con las cuentas de la entidad granota en la mano. 

Este martes, La Liga dio a conocer los datos de Límite de Coste de Plantilla Deportiva y el Levante se mantiene en los 4,7 millones de euros con los que cerró la pasada ventana estival de transferencias. Aún así, continúa excedido, pues el coste de plantilla actual ronda los 10 millones, dando por hecho que este verano la catana del astorgano logró reducir ese dato a la mitad (rondaba los 21 kilos hace exactamente un año), tal y como el mismo director deportivo informó.

El caso es que Miñambres cogerá las riendas del equipo hasta final de temporada. Según la información de la que dispuso este diario una vez se ejecutó el despido definitivo de Calleja, la idea del club es esa: que el director deportivo sea esta vez el parche hasta final de temporada y no un remiendo coyuntural durante dos jornadas como ocurrió tras el cese de Mehdi Nafti. Si ese plan no vira hacia ningún otro lugar -pues la situación económica del Levante y el finiquito que hay que asumir por el corte de contrato de Calleja complican todavía más los cálculos-, la solución al problema del banquillo la asumirá la figura encargada de dar con la persona que solucione tal problema. Así de enrevesada es la realidad del conjunto de Orriols.

¿Y la planificación deportiva?

Así que Miñambres tiene los deberes que él mismo puso: conseguir, con una plantilla formada para pelear el ascenso sin los recursos de los que se disponía antaño, dar caza a las plazas de play off, todavía accesibles. Por más que sea tarde después de demasiados puntos perdidos por el camino, queda tiempo para reducir la distancia de tres hasta la promoción. Pero a esa tarea técnica, se suma la planficación deportiva de la próxima temporada. Las renovaciones continúan encajadas en un montón de folios en el despacho del ejecutivo leonés y Ángel Medina. 

A inicios de este mes ya se acometió una de las ampliaciones prioritarias, la de Andrés García. Pero detrás restan otras decisiones que tomar respecto a algunas piezas de la primera plantilla que, ahora, Miñambres dirigirá de primera mano. Son varios los jugadores del Levante que concluyen su vinculación con el club este próximo 30 de junio y ninguno tiene a continuidad asegurada en Orriols, aunque hay casos con algo más de luz. Andrés Fernández, Álex Muñoz, Postigo, Capa y Rober Ibáñez tienen un año opcional, mientras que Joan Femenías concluye su contrato con muchas papeletas para hacer las maletas este verano. Caso parecido al de Álex Blesa, futbolista infrautilizado por Calleja y que descartó por partida doble recalar en Primera RFEF a préstamo por tercer curso consecutivo.

A ellos, se unen otros casos. En la portería, el de Pablo Cuñat. Si Femenías está en la primera fila de la rampa de salida, el fichaje de Alfonso Pastor -sobre el que también hay que decidir este próximo junio- y su buena temporada en el Amorebieta, otorgan al portero titular de la Sub-21 muchos boletos para acabar, por fin, jugando en el primer equipo levantinista. Además, Álex Valle habrá de regresar a Barcelona tras su cesión en el Ciutat y Nikola Maras, si no hay ascenso, también verá vencer su vinculación. En total, once casos individuales que ahora Miñambres entrenará... mientras ejecuta.

¿Última bala?

Mientras tanto, la sensación reinante en el entorno granota es que el director deportivo afronta una de las últimas balas de crédito. El leonés ya cortó la continuidad de Alessio Lisci para firmar a Mehdi Nafti, un preparador con poca experiencia en la categoría de plata como capitán de un barco con el objetivo de atracar de manera inmediata en Primera División. Miñambres hubo de actuar tras nueve jornadas de campeonato apremiado por un Consejo de Administración, entonces presidido por Quico Catalán, que vivía la crispación en cada encuentro en el Ciutat por la falta de resultados. Además, fue en un momento complicado para el astorgano, que se encontraba en su tierra por el fallecimiento de su madre y que regresó para coger al equipo de forma interina.

Su siguiente elección fue Javi Calleja, un técnico que consiguió batir el récord de invencidibilidad del club, que había iniciado el propio Miñambres con sus dos victorias ligueras frente a Mirandés y Leganés mientras cerraba la incorporación del ya exentrenador granota. A la postre, Calleja acabó saliendo en la histórica fotografía del no ascenso tras vivir una caída del equipo en la recta final del curso. El de Alcalá de Henares ya no fue capaz de alzar de nuevo al Levante y, con un importante reajuste de su plantilla, ha terminado despidiéndose en la décima posición. Es el tercer entrenador que pasa por las manos de Miñambres en Valencia.

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