Hoy es 14 de octubre
VALÈNCIA. De nuevo el fútbol italiano brilla por su ausencia en los cuartos de final de la Champions League, así como en el próximo Mundial de Catar. Un hecho que supone un duro revés para un Calcio que ni mucho menos atraviesa un mal momento, más bien todo lo contrario: la Serie A es una de las ligas domésticas más disputadas del panorama europeo y la Azzurra se proclamó campeona de Europa en Wembley el pasado verano.
Esta temporada, la pelea por el Scudetto y las competiciones europeas está preciosa. Tras el empate sin goles el pasado lunes frente al Bolonia el Milán comanda, junto al Nápoles, una clasificación en la que el actual campeón, el Inter de Milán de Simone Inzaghi, es tercero y coge impulso gracias a la victoria el domingo ante la Juventus en Turín. Los Bianconeri perdieron la oportunidad de adelantar a los lombardos y se quedan en un cuarto puesto que les daría acceso a la próxima edición de la Liga de Campeones.
Tratará de evitarlo la Roma de Mourinho, que encadena dos victorias consecutivas para ubicarse en la quinta posición y soñar con volver a la máxima competición continental. En dicha pugna, apurando sus opciones, también se encuentran Lazio y Atalanta, sexto y séptimo respectivamente, aunque los de Gasperini con un partido menos.
“Si queremos hablar de la Juve de Allegri, podemos hacerlo desde la Lazio de Sarri y el Nápoles de Spalletti, pero no me gusta hablar de la Roma de Mourinho"
José Mourinho
El último equipo con serias opciones europeas es un mítico del fútbol italiano: la Fiorentina. Con la salida este invierno de Dusan Vlahovic a la Juventus a cambio de poco más de 80 millones de euros, los viola han perdido algo de fuelle, pero este año han vuelto a situarse entre los mejores conjuntos del Calcio.
El técnico que ya sorprendió en el Spezia, Vincenzo Italiano, se hizo cargo del equipo el pasado verano y ha encauzado un proyecto que cuenta con nombres a tener muy en cuenta: los centrales Nikola Milenkovic y Lucas Martínez Quarta, el ex de Atlético y Arsenal Lucas Torreira, Gaetano Castrovilli, Riccardo Sottil y el exquisito zurdo Nico González, todos ellos internacionales por sus selecciones. Además, la venta de Vlahovic abrió la puerta a las recientes incorporaciones de Jonathan Ikoné (14 millones), Arthur Cabral (14 millones) y Krzysztof Piatek (cedido).
“El Artemio Franchi representa mi casa”
Gabriel Omar Batistuta
Está en el camino, pero mucho le queda por recorrer a la actual Fiore para recordar a aquel mítico equipo que deslumbró en la década de los 90. Gabriel Batistuta, Francesco Toldo, Lorenzo Amoruso, Michele Serena, Franceso Baiano, Rui Costa, Dunga y compañía llevaron al club a conquistar una Copa y una Supercopa de Italia, además de codearse de nuevo con los grandes del Calcio. Por aquel conjunto también pasó en su momento nuestro protagonista de hoy; un mediocentro que vistió una temporada la camiseta del Valencia y protagonizó grandes éxitos con la selección sueca: Stefan Schwarz.
Hans-Jürgen Stefan Schwarz nació en Malmö en 1969. Allí empezó a dar sus primeras patadas a un balón, concretamente en el Kulladal. Su calidad llamó la atención de la escuela del Malmö, el actual campeón de la liga sueca. De padre alemán, Stefan pasó dos años de su formación en la cantera del Bayer Leverkusen, aunque en el año 87 volvió a la disciplina del Malmö para hacerse un hueco en el primer equipo.
Tres años en Malmö a las órdenes del mítico Roy Hodgson le bastaron para convertirse en un mediocentro importante del fútbol escandinavo y dar el salto a Portugal de la mano del Benfica. A O Glorioso lo siguieron Arsenal, Valencia, Fiorentina y Sunderland. En casi todos los clubes ganó títulos o estuvo cerca de hacerlo: 2 ligas y una Copa en Suecia, 2 Primeiras Ligas y una Copa portuguesa, una Coppa y una Supercopa en Italia y una Copa del Rey en las filas valencianistas.
Cuando aterrizó en la ciudad del Turia ya era un mediocentro contrastado y veterano. Tenía 29 años y ya había sido importante en la selección sueca durante los Mundiales de Italia’90 y Estados Unidos’94 y la Eurocopa de Suecia’92. Suecia tuvo en Stefan Schwarz y en Jonas Thern una sólida y rocosa pareja de mediocentros que fue clave en el tercer puesto logrado en Estados Unidos’94 y en las semifinales alcanzadas en “su” Eurocopa de 1992.
“Como persona es tan leal como amigo como lo era en el campo en el colectivo”
Henrik Larsson
Con 1,79 metros de altura, una gran fuerza física y un cañón por pierna izquierda, Schwarz se asentó en la élite como un centrocampista ideal tanto para la disputa (era muy duro en los balones divididos) como para la llegada a la frontal del área. Durante su año en Valencia dejó para el recuerdo varios tantos de bella factura desde fuera del área; y es que esa pierna izquierda atesoraba, probablemente, uno de los mejores golpeos de balón desde lejos que haya podido ver Mestalla a lo largo de las últimas décadas.
“Stefan es un hombre fantástico y un gran profesional. Era fuerte, trabajador y tenía una gran influencia en el centro del campo, especialmente para recuperar el balón”
Claudio Ranieri
En su fichaje por el Valencia en verano de 1998 tuvo mucho que ver Claudio Ranieri. El general romano ya había dirigido al sueco durante su etapa en la Fiorentina e insistió al club para reforzar así su centro del campo en un equipo que hacía de la defensa y el contragolpe su seña de identidad.
En total, disputó 38 partidos oficiales como che en los que anotó 5 tantos, algunos de ellos auténticas obras de arte. Se convirtió en un jugador de rotación, que si bien no era titular indiscutible ofreció en muchos momentos una dosis extra de músculo y empaque al centro del campo de un Valencia que empezaba a dar que hablar.
El 26 de junio de 1999, Stefan levantó un título histórico para el Valencia. En aquella final de Copa de La Cartuja, el sueco fue suplente y no disputó minutos. De hecho, al sueco se le recuerda por sus buenas actuaciones en algunos partidos de liga y de Copa de la UEFA, competición en la que fue protagonista contra el Liverpool en Mestalla.
Actualmente, Schwarz vive en Lisboa desde hace muchos años y ha seguido conectado al fútbol como comentarista de los partidos del Benfica. Su paso por Valencia fue discreto y no tuvo excesivas oportunidades, pero ese golpeo de balón no se olvida fácilmente. Sin duda, el próximo día 23, habrá un valencianista más en Lisboa: un mediocentro rubio que en su día paseó por España su descomunal golpeo con la pierna izquierda.