VALÈNCIA. La selección española de balonmano tratará de mantenerse fiel a su cita con la lucha por las medallas, tras subir al podio en cinco de las seis últimas grandes competiciones internacionales, y sellar este miércoles (18 horas) el billete para las semifinales del Mundial de Polonia y Suecia ante una Noruega más coral que nunca.
Escarmentado por las derrotas sufridas en las finales de los Mundiales de los años 2017 y 2019, a las que los nórdicos llegaron exhaustos, el conjunto noruego ha apostado en este torneo por una política de rotaciones que permite llegar a sus estrellas más frescas al tramo final del campeonato.
"Así como en otras competiciones había jugadores noruegos que llegaban al final de los campeonatos con una carga muy elevada de minutos, creo que ahora están rotando mucho más y eso les está permitiendo llegar muy bien a los finales de partido", advirtió el seleccionador español Jordi Ribera.
Ese reparto ha permitido a Noruega, que cuenta por victorias sus partidos en el torneo, remontar marcadores adversos en la segunda mitad ante los Países Bajos y Serbia o superar a Alemania en un tramo final de partido en el que los nórdicos tan sólo concedieron un único gol.
De estos cambios constantes no se ha quedado fuera la gran estrella noruega, el lateral Sander Sagosen, que llega a los cuartos de final con bastantes menos minutos en las piernas que en anteriores ocasiones.
De hecho, Sagosen, máximo anotador del equipo noruego con 27 dianas, llega con nueve minutos menos que Dani Dujshebaev, el jugador español junto con el extremo Ángel Fernández que más tiempo ha pasado sobre la pista.
"Creo que Noruega es ahora una selección mucho más coral, tal y como se ha podido ver en este Mundial en el que Sagosen ha estado a veces fuera de la pista y el equipo ha mantenido un nivel muy alto de juego", señaló el preparador español.
La menor dependencia de Sagosen, para no pocos el mejor jugador del mundo, obedece a la profundidad y calidad de una plantilla que apenas presenta fisuras. Sobre todo en la primera línea, en la que los nórdicos cuentan con recambios de la talla de los laterales Goran Johannessen y Magnus Rod, que permiten dar descanso a Sagosen y Harald Reinkind sin que se resienta lo más mínimo el rendimiento del equipo.
Esta circunstancia obligará al conjunto español, como insistió una y otra vez Jordi Ribera, a mostrar su mejor versión en defensa, si los "Hispanos" quieren volver a repetir la victoria que lograron hace dos años sobre los nórdicos en los cuartos de final del Mundial de Egipto.
"Tenemos que defender muy, muy bien, porque es un equipo que sabe abrir muy bien a las defensas rivales y dejar solo al jugador con el que quieren enfrentarse para aprovechar su capacidad para el uno contra uno", señaló el preparador español.
El conjunto español no sabrá hasta el último momento si podrá contar con el pivote Iñaki Peciña, que sufrió un esguince en un tobillo el pasado sábado y que ya no pudo disputar el último partido ante Francia.
Igualmente será duda para el choque con los nórdicos el central Agustín Casado, que no participó por precaución en el pasado encuentro ante Francia a causa de un golpe en la rodilla.
No obstante, todo hace indicar que el jugador del Melsungen alemán, que se someterá a una última prueba en el entrenamiento de esta tarde, podrá participar en el duelo con Noruega, un encuentro en el que España deberá dotar a su juego de ataque la máxima velocidad y precisión.
"Tenemos que impedir que en ataque nos hagan excesivas faltas que nos rompan un poco el ritmo de juego y, sobre todo, evitar las pérdidas de balón para que no puedan salir al contraataque", recalcó Ribera.
El conjunto español deberá tratar de hacer llegar el balón lo máximo posible a los extremos y pivotes, donde bajan notablemente los porcentajes de paradas del guardameta Torbjorn Bergerud, pieza indispensable para entender la inmaculada trayectoria del conjunto noruego en este mundial: concluyó con más de un 50 por ciento de paradas los dos últimos encuentros ante Catar y Alemania.
Pero ni Bergerud, ni Sagosen, ni ninguna otra estrella del conjunto nórdico parecen intimidar a una selección española que, tras lograr el billete para los torneos preolímpicos, el primer objetivo con el que arrancó el torneo, no quiere que nada ni nadie le impida faltar a su cita con la lucha por las medallas.