VALENCIA. Los horarios del partidos que el Valencia juega en Mestalla, el primero de Liga este viernes a las 22:00 horas en agosto y el segundo un sábado a las 16:00 han vuelto a centrar la atención y las críticas en el entorno del club, con un cierto rechazo a las horas fijadas para estos encuentros.
El Valencia empieza la competición en la noche del viernes ante Las Palmas en casa y en la tercera jornada recibirá al Atlético de Madrid, el 9 de septiembre, a primera hora de la tarde, tras haber vivido en el pasado torneo quince horarios diferentes en los diecinueve partidos de Liga disputados ante su público.
Aunque el club no se ha pronunciado formalmente, la Asociación del Pequeña Accionista del Valencia (APAVCF) emitió esta semana un comunicado en que consideraba que el horario del partido ante el Atlético de Madrid era "de muerte" y "poco racional".
También recordó que hace un año, al inicio de septiembre y a la misma hora, José Luis Gayà se tuvo que retirar en el primer tiempo del partido ante el Betis por un golpe de calor, además de criticar a la Laliga, la Federación Española, la Asociación de Futbolistas y el Comité de Árbitros por no ir contra esos horarios.
La dispersión de la jornada entre el viernes y el lunes provocó que el Valencia le correspondiera el año pasado jugar en muchas ocasiones en horarios más beneficiosos para las audiencias televisivas que para la afluencia de espectadores a los partidos.
Además, el calendario determinó que el Valencia tuviera la mala fortuna de coincidir como local en las cuatro jornadas intersemanales de Liga, a las que unió, también en miércoles, el partido aplazado contra el Real Madrid en Mestalla.
El Valencia no se pronunció al respecto en el pasado campeonato y solo protestó formalmente, a pesar de que el equipo no jugaba en casa, cuando se fijó el Barcelona-Valencia, en el Camp Nou, para la noche del 19 de marzo, en coincidencia con la Cremà de las fallas.
El paso en los últimos años de la elección habitual de los horarios de los partidos por parte de los clubes a la decisión por parte de LaLiga, que trata de que ningún encuentro coincida en la misma hora provoca protestas más por parte de los aficionados que de los clubes.
Éstos entienden que la importante de los ingresos por las transmisiones televisivas en sus presupuestos les impiden, al menos públicamente, mostrarse críticos con los horarios fijados por LaLiga.
Lejos quedan los tiempos en los que en Mestalla las 16.30 o las 17:00 del domingo eran las horas habituales para la disputa de los encuentro durante el otoño y el invierno.
Tanto en septiembre como a partir de abril o mayo desde que se instaló la iluminación artificial en el estadio, era habitual que los encuentros se disputaran el sábado por la noche, casi siempre a las 22:30, un horario que sorprendía fuera de Valencia, pero que agradaba a los seguidores del equipo valenciano.
El año pasado el Valencia, además de medirse con el Betis en septiembre a las 16:00 horas, recibió al Atlético de Madrid a las 12:00 de un caluroso domingo de principios de octubre y vio como su partido ante el Sporting coincidió a las 13:00 horas de un sábado de marzo con la mascletà, lo que obligó a los aficionados a elegir entre Fallas o fútbol.
Todo ello, unido a la irregularidad del equipo en el pasado campeonato, provocó la presencia de menos público del esperado y ante el colista Osasuna, a principios de mayo, no hubo más que 25.000 espectadores en un campo con capacidad para el doble.
La última polémica ha estado propiciada por el calendario, ya que a los horarios de las primeras jornadas se une la circunstancia, inédita hasta este año, de que Valencia y Levante, los dos equipos de la ciudad, coinciden hasta en trece jornadas en casa, mientras que en otras tantas fechas no habrá fútbol de Primera en la ciudad.