VALÈNCIA. Los “piratas”, como llama cariñosamente el técnico Santi Denia a la generación de futbolistas españoles del 2000 con la que ganó el Europeo sub-17 y sub-19 y de la que hay seis jugadores en el Europeo sub-21, están a un partido, este sábado frente a Inglaterra (18:00 horas CEST, -2 GMT), de lograr un triplete nunca antes visto en categorías inferiores.
Abel Ruiz, Víctor Gómez, Hugo Guillamón, Juan Miranda, Antonio Blanco y Sergio Gómez forman este grupo de “piratas” que ya saben lo que es ganar un Europeo en edad sub-17 y sub-19 y que junto a su entrenador persiguen la triple corona.
Un mote que el capitán de esta generación, Abel Ruiz, explicó recientemente en una entrevista con EFE.
“Tenemos ese mote porque él bien sabe que somos un poco traviesos fuera del campo y eso nos hace luego estar más unidos dentro, tener esa piña que tenemos. Es algo que viene desde el primer momento que nos vio. Se dio cuenta de que fuera del campo éramos un poco liantes (ríe)”, comentó.
Estos futbolistas están a un paso de hacer historia, en caso de ganar una final contra Inglaterra en la que llegan en el mejor momento. Liberados por haber logrado ya la clasificación para los Juegos Olímpicos de París 2024, golearon a Ucrania (5-1) en la semifinal con el resultado más abultado de la historia de la competición desde el 5-0 de Portugal a Alemania en 2015.
Eso sí, el gran reto del torneo llega, como no puede ser de otra forma, en la final. La selección más goleadora (13), con variedad de tantos gracias a los tres de Abel Ruiz y Sergio Gómez, dos de Juan Miranda, uno de Aimar Oroz, Alex Baena, Antonio Blanco y Oihan Sancet -más otro en propia puerta-, frente a un equipo aún imbatido.
Nadie le ha hecho gol a Inglaterra. 450 minutos de juego y James Trafford todavía no ha recogido el balón de su red. Eso sí, hizo paradas de mérito contra Portugal e Israel, lo que le ha hecho que su nombre suene con fuerza para recalar en el Burnley procedente del Manchester City por unos 20 millones de euros; otra perla de su cantera por la que ingresarán dinero los ‘citizens’.
Por delante destaca también otro jugador de la factoría del equipo dirigido por Pep Guardiola: Taylor Harwood-Bellis, el capitán, que Vincent Kompany ha moldeado primero en el Anderlecht y ahora en el Burnley, club que planea también pagar una importante cantidad de dinero para hacerse con sus servicios en propiedad.
La magia de Inglaterra la pone un tridente liderado por Morgan Gibbs-White, por el que el Nottingham Forest pagó 29,5 millones de euros al Wolverhampton el pasado verano y al que acompañan Emile Smith Rowe (Arsenal) y Anthony Gordon (Newcastle) como amenazas en ataque.
Inglaterra, eso sí, perdió por lesión en cuartos de final a un jugador que estaba siendo clave hasta la fecha: Jacob Ramsey (Aston Villa).
Su lugar podría ocuparlo el jugador del Chelsea Noni Madueke para intentar castigar por banda como hizo Mykhaylo Mudryk en la primera parte del España-Ucrania o Cole Palmer (Manchester City) para reforzar el centro del campo.
Por otra parte, España no tiene a ningún lesionado en sus filas y se espera que Santi Denia repita el once que ha puesto en liza en tres de los cinco encuentros del Europeo, incluyendo los cuartos de final y las semifinales.
Este partido entre las generaciones del 2000 de Inglaterra y España ya se dio en la final del mundial sub-17 de 2017 disputado en la India, con victoria clara 5-2 de los ingleses.
Inglaterra: James Trafford, James Garner, Taylor Harwood-Bellis, Levi Colwill, Luke Thomas; Morgan Gibbs-White, Curtis Jones, Angel Gomes, Noni Madueke, Emile Smith Rowe; y Anthony Gordon.
España: Arnau Tenas; Víctor Sánchez, Aitor Paredes, Jon Pacheco, Juan Miranda; Antonio Blanco, Alex Baena, Oihan Sancet; Rodri Sánchez, Sergio Gómez y Abel Ruiz.
Árbitro: Espen Eskas (Noruega).
Estadio: Batumi Arena (Batumi, Georgia).