VALÈNCIA. La rueda de prensa que ha anunciado el Valencia CF para este jueves ha levantado mucha expectación en la esfera política de la ciudad. Las formaciones del PSPV-PSOE València y Compromís València, enfrentadas por el embrollo de la ATE en los últimos dos años, ignoran lo que va a explicar Sean Bai desde el estadio de la avenida de Cortes Valencianas ante los medios de comunicación, en la primera rueda de prensa oficial de un representante del club desde agosto de 2019, momento en que compareció Mateu Alemany antes de ser despedido meses después.
El minuto de juego y resultado de este asunto es el siguiente: el club filtró la semana pasada que había enviado una nueva documentación para desbloquear el asunto a l'Ajuntament de València. Los papeles presentaban modificaciones que afectaban a la cubierta y al número de asientos y, fundamentalmente, según dicen en el club, reforzaban las garantías económicas que sujetaban el proyecto y que, hasta la fecha, han sido consideradas insuficientes por la autoridades de la ciudad.
"Hemos presentado documentos para seguir adelante. Hemos aportado solvencia económica para que se cumplan los requisitos de los convenios anteriores. La diferencia es que hemos presentado más garantías económicas y más especificaciones técnicas. Incluye la cubierta y aforo para acabar el estadio con una capacidad de 70.000 por fases. Se dota al proyecto de mayor claridad económica. Estamos haciendo lo máximo para mantener las condiciones de la ATE", explicó Sean Bai el lunes en un desayuno con la prensa.
El Valencia registró la documentación en el área de actividades de l'Ajuntament de València, pero es la concejalía de Urbanismo la que tiene que dar el visto bueno y aprobarla. Los técnicos de urbanismo están estudiando las documentación y las nuevas garantías y luego emitirán su juicio. No hay una fecha determinada para dar una respuesta. En todo caso se espera antes de final de mes.
La novedades que ha presentado el club no afectan al proceso de caducidad de la ATE, que expirará definitivamente el próximo mes. Según el exvicepresidente Miguel Zorío, caducará el 18 de julio. El club, por contra, mantiene que la ATE no ha caducado.
Los políticos insisten en que el club debe cumplir con lo que refleja el convenio de la ATE si pretende mantener los beneficios urbanísticos sin esta figura, e interpretan que hacer un estadio por fases no se adecúa a lo estipulado en aquel convenio. En su último movimiento, Meriton plantea llegar, por fases, a la capacidad acordada de 70.000 espectadores, algo que se sigue considerando innegociable para Generalitat y Ajuntament.
Los políticos proponen que se condicionen los beneficios urbanísticos al cumplimiento de los compromisos adquiridos con la ATE y que, mientras tanto, el club no pueda utilizar esos beneficios.
Meriton puede empezar las obras inmediatamente, pero sin disfrutar un euro de la ATE. El club puede levantar el estadio en su parcela, pero sin los beneficios urbanísticos de la ATE. Es decir, la ATE les da la edificabilidad necesaria en las parcelas de Mestalla para que vendiéndolas pueden construir un estadio en condiciones. Si no cumplen con lo dispuesto, no disfrutarán de esas ventajas urbanísticas. Desde el PSPV-PSOE interpretan que el club está tratando de 'colar' un estadio de mínimos para disfrutar de los beneficios de la ATE sin cumplir con ella.
Mientras, el proceso de caducidad es irreversible. La ATE está caducada y el siguiente paso es acordar y redactar un documento nuevo que refleje otra situación urbanística. En ella, los socialistas han propuesto la concesión de licencias sobre el terciario sólo si el club cumple con el nuevo escenario que se pacte si, finalmente, se llega a otro acuerdo.
La situación es límite para club y autoridades políticas. El Valencia dispone de 80 millones de euros procedentes del fondo de capital británico CVC por los que está pagando en derechos de televisión, pero no puede utilizarlos mientras no ponga en marcha de nuevo las obras del nuevo estadio.