VALÈNCIA. "Esperamos algún regreso de cara a las semifinales de Copa". Lo confirmó Paco López el pasado jueves, en la rueda de prensa previa al encuentro del viernes frente al Athletic. Son tres los hombres que esperan en primera fila del sanatorio de Buñol: Postigo, Bardhi y un Radoja que lo tendrá más complicado para regresar, con sus problemas de bíceps femoral a cuestas.
Sin embargo, el serbio es, de los tres, el que más tiempo lleva en esa enfermería, después de echar el freno de mano en el descanso del partido intersemanal ante el Atleti, hace ahora 12 días. Serán dos semanas completas fuera de los terrenos de juego este jueves, el día de partido, y su llegada dependerá de las sensaciones del propio jugador en las sesiones preparativas que vuelven esta mañana para la plantilla. Radoja tendrá que testear su muslo derecho si quiere llegar, pero también deberá apretar los dientes. Estar en la lista que dará el de Silla este jueves sería, en principio, acortar plazos en su lesión.
Y es que es el centro del campo donde más dolores de cabeza tiene el entrenador. La posición más afectada por la plaga de lesiones y por el duro febrero que ha azotado al Levante en lo que a dolencias se refiere. Con Campaña y Melero en el dique seco, la otra opción es la llegada de Bardhi. Los problemas en el sóleo del macedonio son demasiado recientes -le hicieron retirarse del entrenamiento del pasado martes- y, de alcanzar sano el jueves, también sería in extremis.
Alguna opción más alberga Postigo, cuyo regreso también facilitaría a Paco López su puzle en la medular, al añadir a Róber Pier al ramillete de opciones para el centro del campo, donde ha ofrecido buen rendimiento cuando ha podido aparecer en la demarcación este curso (ante el Atlético durante 45 minutos). La presencia de Vezo, descansado tras cumplir sanción en Liga, y el buen momento de Duarte dan al equipo más oxígeno en la zaga, por lo que la llegada de Postigo quizá figura, entre las tres posibles, la menos urgente.
El cuerpo técnico espera recuperar figuras, pero tampoco es seguro que se pueda dar tal caso. Esta mañana se presenta clave para sacar conclusiones si alguno de los tres salta al césped de la Ciudad Deportiva, aunque son opciones que llegarían justas al partido más ilusionante de la temporada.
Si Paco López vive sumido en las novedades que pueda tener en su parte de bajas, Marcelino lo hace pendiente de un jugador en concreto. Íñigo Martínez podría ser baja el jueves si el Comité de Competición considera el "lance" del viernes con Sergio León un agresión, y el acta en ese sentido es muy clara: "Íñigo Martínez golpeó con su mano en la cara a un adversario con uso de fuerza excesiva".
Ese "fuerza excesiva" lleva directo a la valoración de agresión de la bofetada del cental vasco con el encuentro ya concluído, sin balón de por medio, sin lances de juego. Competición deberá resolver este martes o miércoles y, si a Íñigo Martínez le cae sanción grave, de 4 partidos o más, tendrá que empezar cumpliéndola en el duelo de semifinales de Copa del Rey. Si, por el contrario, la multa de encuentros es menor (sanción leve), entonces el zaguero solo tendrá que ser baja en los choques ligueros.
Sin embargo, en Bilbao también están a la espera de lo que pueda suceder y si el central puede obtener la cautelar que le indulte al menos para las semifinales. Si Competición acepta el recurso, la sanción tendría que retrasarse hasta la reunión de Apelación e Íñigo podría jugar si esta no se produce antes del encuentro.