VALENCIA. Los entrenadores de la casa han ofrecido en Primera División más sombras que luces al Villarreal, club que tras la destitución hace dos semanas de Fran Escribá ha incorporado como técnico del equipo a Javier Calleja, ex jugador del club y que ha trabajado como entrenador en su cantera.
Al banquillo del Villarreal han llegado desde su cantera entrenadores como Juan Carlos Garrido, José Francisco Molina o Julio Velázquez.
Garrido y Molina fueron las apuestas del club que preside Fernando Roig en las temporadas 2009-2010 y 2011-2012, mientras que Velázquez gozó de su oportunidad en la temporada 2012-2013, cuando el equipo militaba en Segunda División.
En los tres casos, los técnicos fueron destituidos, aunque fue la de Juan Carlos Garrido, la apuesta que dio mejor rendimiento, ya que estuvo dos años al frente de la primera plantilla del Villarreal, lo clasificó para competir en Europa y lo llevó a las semifinales de la Liga Europa.
Posteriormente Garrido fue destituido con el equipo muy tocado en la Liga y sin haber ganado un encuentro en la Liga de Campeones.
El segundo caso fue el de José Francisco Molina, que llegó para sustituir a Garrido y que solo estuvo al frente del equipo durante once jornadas de Liga.
La última apuesta fue la de Julio Velázquez, llamado para sustituir al fallecido Manuel Preciado, que murió poco antes de ser presentado como entrenador del equipo. Dirigió al equipo durante media temporada en Segunda División, pero fue destituido tras una mala racha de resultados.
Por ello, la llegada de Calleja supone la cuarta apuesta por un técnico de la casa, nuevamente con la intención de que pueda serlo a largo plazo, algo que pasa por una idea y un proyecto que desde hace mucho tiempo ha tenido en la mente el club y su presidente.