VALÈNCIA. El posible aumento descontrolado del tráfico del barrio que albergará el Nou Mestalla así como el ruido que pueda derivar del nuevo estadio del Valencia CF, son los principales temores de sus vecinos, que también muestran cierta inquietud por el polideportivo prometido y que figura en el proyecto.
Así lo han expuesto la presidenta de la Asociación de Vecinos de Benicalap, Chelo Polo, y el vicepresidente de la entidad vecinal, Juan Antonio Caballero, en el primer día de las obras tras las reanudación de la construcción del estadio que llevaba cerca de 16 años parada.
"Tenemos inquietud por ver que realmente que empiezan las obras. Lo han dicho tanto que hasta que no entran las maquinas no te lo crees. Lo que no puede ser es que tengamos este esqueleto de hormigón más de quince años sin hacer nada y ver que es un pegote en el barrio", dijo a EFE Polo.
Además, la presidenta de la asociación recordó que los vecinos accedieron a que se ubicará el estadio en el barrio a cambio de la construcción de un polideportivo dentro del proyecto y que debía arrancar incluso antes que el propio estadio.
"El polideportivo iba por delante del estadio y de momento vemos que no es así, pero esperamos que lo hagan porque se comprometieron a ello y vamos a pelear para que se haga", apuntó Polo, quien añadió que hay opiniones encontradas entre los vecinos por la presencia del nuevo estadio del Valencia
"Tenemos aficionados del Valencia que están encantados, pero son más los que están preocupados por los follones que se pueden montar en todos los sentidos, desde los días de partido como por las ocasiones que se utilice el estadio para lo que no sea fútbol porque el barrio no está preparado para recibir a tanta gente y tenemos mucho miedo por el caos que se puede montar con el tráfico", explicó.
En ese sentido, Juan Antono Caballero agregó que "lógicamente, los propietarios lo que quieren es rentabilizar el estadio y que haya un programa de conciertos y otros actos con los que paliar el no uso del recinto y tener beneficios, pero el efecto que eso produce es una aglomeración de gente al que hay que añadir el ruido".
"Realmente -continuó-, estos estadios no están preparados para que el ruido no salga del estadio porque no se trata de una sala de conciertos. Creo que no se tiene en cuenta las dimensiones de lo que se está hablando porque se pasa de un estadio de 45.0000 espectadores -Mestalla- a uno de 70.000 al que acuden personas de muchos sitios y que no solo van a colapsar el barrio, sino todas las entradas de la ciudad", advirtió.
En opinión de Caballero será fundamental que "haya un plan muy riguroso por el cual no se permita que vehículos privados se acerquen al estadio", así como "un transporte público eficiente y rápido" porque en caso contrario será "un problemón de mucho cuidado y lo que sucede en el actual Mestalla los días de partido será algo menor con lo que pasa aquí porque este es un barrio con calles estrechas que ya tiene problemas de tráfico".