VALÈNCIA. Luces y sombras con el cambio de sistema. Rubén Baraja hizo una puesta en escena diferente en Butarque con el objetivo de echar el cerrojo lejos de Mestalla. El plan salió a medias. El Valencia logró blindar la portería y sumar su primer punto a domicilio, pero evidenció la falta de talento que atesora en ataque a la hora de generar ocasiones de peligro.
La nota más positiva del nuevo dibujo fue el rendimiento de los tres centrales. El eje estuvo más arropado con la presencia de Yarek. El Valencia no concedió en exceso, salvo un par de ocasiones en el tramo final. Portería a cero y mejoría en el rendimiento de Mosquera, que lideró la zaga y estuvo rápido al corte con las ayudas de César Tárrega y Gasiorowski. Un eje 'made in' Paterna.
Por otro lado, en la línea de cinco defensas el aspecto a mejorar está en los costados. Baraja optó por una fórmula 'defensiva' con la presencia de Foulquier y Thierry Rendall. Las ausencias de Gayà y Jesús Vázquez motivó que Baraja aplicase la presencia de Dimitri y 'Titi' para refugiarse en su fortaleza física. Sin embargo, ambos mostraron carencias a la hora de incorporarse al ataque y el técnico no quiso arriesgar con la entrada de jugadores como Rioja, Fran Pérez o Germán Valera en esa posición.
En lo que concierne al centro del campo, finalmente André Almeida volvió a estar más cerca de la zona de creación. Con el anterior sistema, el luso desempeñaba la labor de nexo con el ataque y no terminaba de estar cómodo. Con el sistema de cinco, André regresó a su zona de confort para mejorar la salida de balón desde atrás.
Fue una de las novedades del once del 'Pipo'. El de Nules entró de inicio como una de las apuestas para encontrar juego interior. Sin embargo, la apuesta salió 'rana'. Canós estuvo intenso en la presión, pero desacertado en el pase en dos contragolpes prometedores.
La presencia de tantos efectivos en la retaguardia dejó desarbolada la zona de ataque. El Valencia atacó casi siempre con dos o tres jugadores, lo que dificultó que Hugo Duro tuviera acciones con ventaja sobre los defensores. No tuvo ninguna ocasión para hacer gol y jugó muy lejos del área.
Por último, Diego López aprovechó sus minutos. El asturiano fue el 'titular' que se cayó del once por Canós, pero su papel de revulsivo ofreció argumentos para regresar al equipo conforme gane un poco de 'gasolina'. En el lado contrario se encuentra Javi Guerra. En ese doble pivote, Baraja optó por la presencia de Barrenechea en la segunda mitad y dejó al de Gilet inédito en Butarque.