opinión

Marcelino García Toral

Después de once jornadas, 8 victorias y tres empates, un juego espectacular y una imagen de que este equipo va a perder muy pocos partidos

16/11/2017 - 

VALÈNCIA. Después de dar tumbos, el propietario del club jugando a Director Deportivo y haciendo experimentos con Mendes como poner entrenadores a comentaristas de televisión y preparadores físicos y fichar de forma compulsiva a jugadores a costes desorbitados, creando la desilusión en la afición y haciendo dos años desastrosos, al final toca la tecla buena y ficha a un hombre de fútbol como Mateo Alemany con un bagaje futbolístico inmejorable. A partir de ahí, se produce el milagro. Su primera decisión es fichar al que hoy en día es el mejor entrenador del fútbol español junto a Ernesto Valverde, formando entre ambos un tándem espectacular.

Tuve la suerte de conocer a Marcelino hace nueve años y conversé con él durante muchas horas. Me impresionó su meticulosidad y su perfeccionismo, recordándome en muchos aspectos al Rafa Benítez de las dos ligas. Le estudié bastante su famoso e innegociable 1-4-4-2 de aquel Rácing que salía a la competición para salvarse y… acabó jugando la UEFA con el famoso dúo sacapuntas de Zigic y Munitis.

Después de once jornadas, 8 victorias y tres empates, un juego espectacular y una imagen de que este equipo va a perder muy pocos partidos. Es cierto que sólo se lleva el 30% de la competición y que te respetan las sanciones y las lesiones. Pero a poco que en el mercado de invierno se acierte, como este verano, con los tres fichajes que deben llegar a pasar del fair play financiero y aunque Marcelino nunca lo va a reconocer, en su mente y su ambición deportiva, él va a ir a por la liga.

¿Que es muy difícil? Sí. ¿Que se tienen que dar las condiciones? También. Pero que “te quiten lo bailao”. Y, ¿por qué no?

Por lo tanto… ¡LICENCIA PARA SOÑAR!

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