El italiano no calentó junto a sus compañeros suplentes y su cara evidenciaba su contrariedad por no ser titular en el choque ante el Levante
VALENCIA. El italiano Simone Zaza vivió este sábado un día extraño porque le tocó vivir el partido ante el Levante UD desde el banquillo. El nueve valencianista había sido hasta este partido titular indiscutible para Marcelino pero en un choque de mucha motivación para el vestuario el asturiano sorprendió y dejó al futbolista en el banquillo y apostó por Santi Mina.
Zaza no se lo tomó bien. Su cara delataba que por dentro iba la penitencia y que no estaba siendo una buena mañana para él, cuando el resto de sus compañeros realizaron ejercicios de calentamiento. Simone no estuvo junto al resto de jugadores suplentes en el clásico rondo antes del partido. Primero estuvo en el vestuario y posteriormente se sentó en el banquillo.
Su cara evidenciaba que no le había gustado la decisión y que no era una rotación pura y dura por descanso. Eso lo confirmó el técnico en la sala de prensa. "Ha sido una decisión técnica, intento poner a los que considero los mejores para cada partido y la suma de entrenamiento, competición y análisis del rival me hace tomar decisiones. Una veces acertaré y otras me equivocaré, espero que sean las menos, busco ser justo y poner a los mejores para ganar".
Zaza entró al campo en el minuto 70 pero apenas cuatro minutos antes había tenido una discusión con Marcelino en el área técnica que se pudo apreciar perfectamente desde la grada. El técnico salió a decirle algo al italiano, pareció pedirle más intensidad en el calentamiento, y Zaza le hizo un gesto de desaprobación, ahí hubo tensión dialéctica que desde la grada no se pudo escuchar pero sí apreciar. Finalmente, el asturiano terminó dándole minutos al delantero que salió al campo menos batallador de lo que en él es habitual.
De las palabras del técnico se desprendió un pequeño 'recadito', dejando caer que el que no entrena bien no juega y da igual si es un jugador importante y posteriormente afirmó que estaba seguro de haber acertado con el cambio de Mina por Zaza en el once. "La participación de Santi y el juego táctico que nos ha dado ha sido ha sido muy alto. Analizamos al rival y pensamos que él era la mejor opción. Una vez visto el desarrollo del partido, como ha actuado Santi y como ha actuado 'Simo' (Zaza) no tengo ninguna duda de que volvería a tomar la misma decisión".
Zaza se convirtió el pasado verano en el fichaje más caro para este curso del club al pagar la entidad de Mestalla 16 millones por él a la Juventus. Su rol debe ser el de jugador muy importante en una plantilla con sólo tres delanteros y él como único nueve de referencia. Marcelino ha debido ver algo que no le ha gustado en el trabajo diario del jugador transalpino y por lo que quiso darle un toque de atención en el Ciudad de Valencia. Es entendible que el técnico buscara un delantero de más movilidad, pero también es evidente que hubo un tirón de orejas al nueve valencianista.