VALENCIA. La elección de Marcelino García Toral como entrenador que tomó el director general Mateu Alemany el pasado mes de mayo fue motivada por muchos argumentos pero principalmente le eligió por experiencia para construir equipos serios y competitivos. Mateu detectó que la plantilla del Valencia CF no era competitiva y que además reinaba un clima de desorden total entorno al equipo provocado por el bajo nivel de profesionalidad de una plantilla a la que el club en vez de exigir se encomendó para que no llevaran al equipo a segunda división.
Mateu cerró filas entorno a la plantilla desde su aterrizaje en el club a finales de marzo pero pronto detectó que el gran problema de resultados no era una casualidad y sí una causa directa del mínimo nivel de compromiso de muchos de los futbolistas y del mínimo nivel de trabajo que se realizaba. Las palabras que pronunció el italiano Prandelli el 9 de diciembre antes de viajar a San Sebastián, en las que acusó a los futbolistas de poco profesionales, definen a la perfección la opinión que tenía Mateu Alemany de lo que veía en las últimas semanas de Liga.
El mallorquín eligió a Marcelino descartando a Setién porque entendió que el club necesitaba un entrenador metódico, de mucho trabajo táctico, de mucho trabajo físico y que exigiera mucho al futbolista desde el primer día. La negociación fue relativamente sencilla porque Marcelino quería entrenar al Valencia CF y porque Mateu le aseguró que tendría el poder a la hora de tomar muchas decisiones, además del apoyo por parte del club para reconstruir con paciencia lo mucho que se ha destruido en los dos últimos años.
Marcelino es consciente de que hay poco dinero para fichar desde el principio y que si no hay ventas no podrá fichar casi nada y tendrá que conformarse con cesiones. Ahora bien, el asturiano pidió la misma paciencia que él tendrá para que le confeccionen el equipo si luego el equipo no arranca a las primeras de cambio.
El asturiano ha viajado esta semana a reunirse con el máximo accionista sabedor de las condiciones en las que firmó, y desde el club aseguran que en ningún caso el motivo del viaje es para pedir dinero para fichar. Marcelino ha empezado a tomar posesión de su cargo y de entrada ha remodelado varias zonas de la Ciudad Deportiva de Paterna a su gusto para trabajar junto a su cuerpo técnico. Allí, ha remodelado varias zonas de despachos, ha solicitado cambios en el gimnasio y también en las zonas de recuperación de los jugadores. Este curso será muy diferente para los jugadores que pasarán muchas más horas en Paterna, tendrán un control exhaustivo de sus comidas y sus obligaciones serán mucho mayores que ir dos horas a entrenar cada mañana.
El nuevo entrenador tendrá mucha responsabilidad pero también, tendrá mucho poder para tomar decisiones. Lim siempre ha creído en la figura del entreandor como máximo responsable deportivo y con Marcelino se vuelve a repetir esa figura poderosa dentro del club. El asiático sabe que con el asturiano juega su última carta para conseguir recuperar la confianza perdida entre los aficionados y le ha concedido poder para tomar las decisiones.
El día de su presentación, Marcelino afirmó que tendrá opinión en todos las decisiones deportivas, más que opinión tendrá voto de poder y se le hará caso en todo porque él será el responsable de conseguir levantar o no el proyecto de Meriton. El técnico tiene previsto llegar a Valencia la última semana de junio y en ese momento será cuando se acelerará toda la planificación deportiva. El primer paso será comunicar personalmente a los jugadores con los que no cuenta cara a cara la decisión. Posteriormente Marcelino se involucrará personalmente en posibles fichajes y los trabajará junto a la dirección deportiva siendo siempre él quien tendrá la última palabra.
Marcelino es la apuesta de Mateu Alemany y Mateu Alemany es la apuesta de Peter Lim para levantar su proyecto al frente del Valencia CF. El asturiano está convencido de sus posibilidades pero exigirá trabajar a su manera y tomando sus decisiones.