VILA-REAL (EFE). El entrenador del Villarreal, Marcelino García Toral, aseguró este viernes, en rueda de prensa, que su equipo tiene que revertir la situación de resultados negativos en su campo, comenzando por el partido de este domingo ante Osasuna.
El técnico asturiano, que debutará esta jornada en Liga en su segunda etapa en el club, pronosticó un encuentro “muy duro” ante un rival al que elogió y del que destacó que se ha estabilizado “en la parte media alta de la tabla”.
“Es un equipo intenso, rápido en el juego, vertical e incisivo que llega con mucha gente. Me atrae futbolísticamente. Son muy competitivos”, explicó Marcelino, quien más allá de las virtudes de Osasuna señaló que el Villarreal debe mirarse a sí mismo.
El preparador del Villarreal destacó la importancia de mostrarse sólido como local, ya que indicó que “los equipos fuertes son aquellos que ganan en su casa habitualmente”.
“Tenemos que hacer borrón y cuenta nueva, pensar en los inmediato y a partir de aquí tener seguridad”, comentó el entrenador, quien confió en que en el momento en el que el Villarreal vuelva a ser “atrevido y tenga decisión” regresará a la normalidad de lo que habitualmente ha sido su juego.
Marcelino admitió tener “bastantes problemas” de lesionados en su plantilla, si bien dijo que es algo natural consecuencia del desgaste de la competición y que el equipo debe sobreponerse a las bajas.
El técnico desveló que jugadores como Dani Parejo, Gerard Moreno y José Luis Morales sufren molestias y golpes tras los últimos partidos, por lo que hasta la sesión de mañana no decidirá si cuenta finalmente con ellos ante Osasuna.
Marcelino admitió volver a sentarse en el banquillo local del Estadio de La Cerámica será especial y dijo que es una “doble responsabilidad” responder a las expectativas generadas.
“Honestidad, trabajo y dedicación van a existir siempre, pero no podemos garantizar los resultados. Ojalá seamos capaces de cambiarlos para satisfacer a los aficionados, pero también les pedimos ayuda. Entre su ayuda y nuestra pasión tenemos que conseguir que La Cerámica sea un fortín”, argumentó.
El entrenador no quiso marcar plazos para comprobar la evolución de su equipo. “Nos marcamos el día a día. En el fútbol es muy fácil pasar de ganar a perder. Lo que resulta más difícil es vencer la inseguridad y eso lleva un tiempo”, explicó.
“Para ganar hay que sufrir y vale más sufrir para ganar, que sufrir después de haber perdido. Estoy convencido de que si ganamos a Osasuna va a ser sufriendo”, añadió.
Por último, Marcelino opinó sobre el debate abierto de nuevo sobre el parón de la competición por los compromisos de las selecciones y sus secuelas en los equipos.
“Los profesionales tenemos que buscar soluciones a los problemas. Cuando vinimos aquí, sabíamos el calendario, los rivales, la situación del equipo, las lesiones… Tenemos que intentar ganar y todo lo demás es secundario. No me gustan las excusas y tenemos que afrontar las situaciones con la mejor de las actitudes posibles”, sentenció.