VALÈNCIA. Marcos André, el fichaje 'invisible' del Celta de Vigo. Uno de los clubes que cambió la carrera del delantero del Valencia CF fue el celeste. Con 18 años, el departamento de captación del Celta de Vigo reclutó al atacante para reforzar su cantera y jugar en su filial como cedido durante dos años. Recaló procedente del modesto equipo brasileño Guaratinguetá, aunque su paso no se tradujo en minutos en A Madroa sino que llevó un camino diferente.
En enero de 2015, Marcos André emprendió una nueva aventura en España tras cerrar su cesión por el filial del Celta. Sin embargo, mientras Marcos André estaba a prueba en el filial vigués tuvo una serie de problemas burocráticos que le llevaron cedido al Sociedad Deportiva Club Órdenes. Es decir, el Celta extendió su préstamo a otro equipo y al año siguiente también jugó en el filial del Logroñés como cedido en lugar de tener sitio en el Celta 'B', pese a que el acuerdo era por dos años. El Guaratinguetá continuó manteniendo los derechos del futbolista y al finalizar el vínculo con los gallegos, lo cedieron otras dos temporadas al Logroñés.
Su etapa en el Logroñés le acabó abriendo la puerta del filial del Valladolid. El director deportivo del Valladolid, Miguel Ángel Gómez, acabó fichando a Marcos André y pagó al Guaratinguetá 500.000 euros por su fichaje por el 75% de sus derechos. Los blanquivioletas lo cedieron al Mirandés y tras curtirse en la categoría de plata, volvió a Pucela para convertirse en uno de los referentes en el ataque.
Su papel en Valladolid propició que el Valencia pagase en el verano de 2021 un total de 8,5 millones de euros y le firmase un contrato hasta junio de 2026. Siete años después, Marcos André ha logrado asentarse en Primera tras un largo trayecto jugando en varios equipos y en diferentes categorías del fútbol español, pero que empezó con un paso 'ficticio' por la cantera del Celta de Vigo.