VALÈNCIA. Marina Lizarazu ya ha dejado atrás una temporada dura. La lesión en el ligamento le ha impedido debutar como taronja a día de hoy. Pero la madrileña ya piensa en la próxima temporada, y afronta la recta final de su recuperación con muchas ganas.
“Estoy muy bien. Ya veo la luz. Estamos trabajando muy duro, con muy buenas sensaciones y ya casi a punto” reconocía la jugadora, que ha continuado trabajando estos días en L’Alqueria del Basket.
Como parte de esa recuperación, Marina ha estado alternando su trabajo específico con ejercicios del Skills Camp que Andrew Moran, especialista en trabajo de tecnificación con jugadores NBA, está desarrollando estos días en L’Alqueria. “La verdad es que es un muy buen campus para trabajar habilidades, para trabajar en post temporada. A mí me está viniendo muy bien en la recuperación. Es bastante exigente en movimientos de rodilla, aterrizajes y manejo de balón y luego pues a aplicarlo en la cancha” analizaba la base.
Su etapa en Valencia Basket no comenzó de la mejor manera, pero Marina Lizarazu ya afronta la recta final de su recuperación, y la Fonteta podrá disfrutar de ella en un ilusionante segundo año del equipo femenino en la élite, con el aliciente de disputar competición europea.