VALÈNCIA. El español Marc Márquez (Repsol Honda RC 213 V) sumó en Japón su quinto título mundial de MotoGP y con ello igualó a un mito de la década de los noventa, el australiano Mick Doohan, quien fue capaz de ganar cinco títulos consecutivos de la mano del fabricante japonés Honda.
Márquez y Doohan están ahora al mismo nivel, pero lo cierto es que entre ambos hay nada menos que ocho años de diferencia a la hora de conseguir ese hito deportivo.
El piloto de Repsol Honda está decidido a pulverizar todos los récords de precocidad del motociclismo mundial, algo que en algunos aspectos ya reconoció en más de una ocasión el italiano Valentino Rossi (Yamaha YZR M 1) que le preocupaba, pero lo cierto es que nadie parece capaz de poner límites a la carrera deportiva de quien ya es el segundo mejor español de toda la historia, tras el mítico Ángel Nieto.
Márquez suma siete títulos mundiales, 69 victorias en grandes premios y 115 podios pero, lo que es más importante, es que nadie se atreve a predecir en donde estarán los límites de un piloto que hasta el propio Doohan ha reconocido en su cuenta de Twitter que "este niño es un poco especial".
En Japón tenía que acabar por delante de Andrea Dovizioso, quien hizo todo lo que estuvo en su mano para impedir el título y eso que en los días previos el italiano aseguró que lo que le interesaba era la victoria, pero enseguida reconocía que si podía retrasar una semana la consecución del mismo que lo haría.
A una dualidad parecida también jugo Márquez, quien dijo que no se iba a volver loco por conseguir el título, que si no era en Japón sería en Australia, pero enseguida aseguraba que si tenía que arriesgar en la última vuelta arriesgaría.
Y no le hizo falta, la presión a la que sometió a Dovizioso fue tal, que el italiano acabó por los suelos en uno de los sitios más inesperados y cuando a buen seguro el italiano todavía hacía cábalas en su cabeza para ver dónde podía intentar el adelantamiento para "fastidiar" el título a Márquez.
Lo que quedó claro es que tanto Márquez como Dovizioso estuvieron en Japón a otro nivel, Cal Crutchlow (Honda RC 213 V) intentó seguirlos pero no pudo, como tampoco el italiano Andrea Iannone (Suzuki GSX RR), que acabó por los suelos y le entregó en bandeja la tercera posición a un Alex Rins que brilló con intensidad y, de paso, sumó su tercer podio de la temporada.
Una lástima que Rins lograse su podio justo en la misma carrera y mismo día en que Marc Márquez se proclamó campeón del mundo, pues su actuación fue digna de mérito, aunque ensombrecida por el séptimo título del de Cervera.
En el resto de categorías, Francesco Bagnaia (Kalex) se encontró con un "regalo" de Dirección de Carrera, que descalificó al vencedor de la prueba de Moto2, el francés Fabio Quartararo (Speed Up), quien hizo una carrera muy completa, pero como el reglamento técnico está para cumplirlo, al galo le arrebataron su segunda victoria de la temporada y el transalpino se acerca un poco más a su primer título mundial antes de dar el salto a MotoGP en 2019.
En el caso de Moto3 la caída de Jorge Martín (Honda) ha devuelto el campeonato al primer día como él mismo explicó, pues será un mundial a tres carreras.
Martín cuenta con apenas un punto de ventaja sobre Marco Bezzecchi (KTM), quien logró una victoria soberbia, y eso les deja en una posición en la que el más mínimo error en las tres carreras que quedan pueden tener un coste muy alto.