VALÈNCIA. Merecido y meritorio empate el del Valencia CF Femenino frente al Madrid CFF en el estadio Fernando Torres. Las del Puchades, con gol de M. Carro en el minuto 8, se sobrepusieron rápido al 1-0 de Bárbara en el 4. Un punto más en la clasificación para las de Cristian Toro, punto que refuerza el trabajo diario de futbolistas y técnicos.
El Valencia CF Femenino tenía que hacer frente demasiado pronto al 1-0 del Madrid CFF, pues este llegaba en el minuto 4 merced a Bárbara. Y lo hizo cuatro minutos más tarde gracias a M. Carro, que conseguía el empate (control dentro del área pequeña con pierna derecha y remate con izquierda) tras la falta botada por Aida.
Puede decirse que el choque regresaba al punto de partida, un duelo que iba a desarrollarse igualado en los siguientes minutos. Las madrileñas hacían daño principalmente a balón parado y las valencianas lo intentaban sobre todo a la contra.
En el minuto 30 Enith evitaba el 2-1 cuando ya se cantaba gol a cabezazo de Bonsegundo. La cancerbera de Moncada comenzaba a erigirse como protagonista.
Las de Juanjo Vila empezaban a tener mayor peso en el duelo con más posesión y asociación. Las de Cristian Toro decidían explotar su mejor arma, el contraataque.
La igualada en el electrónico se mantenía y la árbitra principal pitaba el descanso.
Arrancaba la segunda mitad de la partida de ajedrez entre Madrid CFF y Valencia CF Femenino.
Las del Fernando Torres, con mayor control del esférico y generando peligro a balón parado. Las del Puchades, muy intensas en defensa y menos productivas en ataque.
Aunque la mejor ocasión hasta el momento iba a ser para las valencianistas en el minuto 64: contra por banda derecha comandada por Browne, centro para la llegada de Marina y la '7' chutaba por encima del larguero.
San Nicolás, que había sustituido a Esther en el 67, gozaba de dos oportunidades entre el 69 y el 74. Las blanquinegras (hoy de naranja y verde) no se amilanaban.
Ainhoa, Florentino, M. Carro, Tamarit y Enith estaban siendo piezas importantes para sostener el equipo y su esfuerzo, junto con el del resto de compañeras y el del cuerpo técnico, obtenía la recompensa de un merecido y meritorio empate en un difícil partido por el rival y en su campo.