OPINIÓN

Martes

10/12/2019 - 

Lo tengo claro. El martes es el mejor día de la semana. Estoy segura de que no soy la única que piensa de esta manera. Cada martes termino llena de energía y me encanta. ¿Sabéis por qué? Porque es realmente ilusionante ver cómo jugadoras de diferentes puntos de la Comunidad Valenciana se desplazan a Picassent para intentar ser una de las 18 futbolistas que competirán en el campeonato de España fútbol.

Me presento, soy Andrea Esteban, seleccionadora sub’15 femenina, y tengo la suerte de vivir esto cada semana. El fútbol femenino crece, crece mucho. Os lo puedo asegurar. Actualmente, las jugadoras en esta etapa de formación son ‘esponjas’ deseando absorber gran cantidad de experiencias y conocimientos. Nosotros podemos brindárselo y eso es una gran responsabilidad.

Nuestro trabajo consiste en visualizar, seguir la progresión y controlar al mayor número de jugadoras de la Comunidad Valenciana. De esta manera, nos aseguramos partir de una buena base de información desde la que poder trabajar con la máxima calidad.

Este es el primer paso, la base de datos, lo fácil. Lo realmente complicado es lo que viene a continuación, seleccionar a las jugadoras. Y esto es muy complejo porque influyen gran cantidad de factores. Hay que tener en cuenta los clubes a los que pertenecen las futbolistas, si las jugadoras son de primer o segundo año, su lugar de nacimiento, su posición en el campo, el modelo de juego que utilizamos, las características futbolísticas que buscamos en las jugadoras y, cómo no, la subjetividad del seleccionador. Es muy difícil acostumbrarse a tomar esta decisión.

Por ello, cada día de entrenamiento intentamos que esas ‘esponjas’ vuelvan a sus clubes empapadas de herramientas que posteriormente puedan utilizar durante el resto de la semana. Buscamos transmitirles valores que puedan asimilar y compartir como jugadoras que representan a la Comunidad Valenciana. Explicamos vivencias que sean capaces de poder grabar para que no pierdan de vista que nosotras también hemos pasado por ese vestuario y que ellas tienen capacidades y aptitudes para lograr aquello que se propongan.

En cuanto al trabajo en el terreno de juego, es muy difícil conseguir trasladar a las jugadoras en tan pocos entrenamientos todos los aspectos del juego que rondan por mi cabeza. Hay que planificar, organizar, sintetizar y jerarquizar su importancia para no bombardear a las jugadoras con excesiva información que no sean capaces de asimilar. Y esto, no es nada sencillo.

Os lo explicaré. La mejor sensación que puede vivir una entrenadora desde la dirección de un equipo es ver cómo sus jugadoras llevan a cabo durante un entrenamiento o un partido, aquello que habías imaginado durante horas y horas antes en tu cabeza. Sentir cómo las jugadoras creen en lo que les pides, verlas competir, esforzarse, luchar, sentir como disfrutan. Esa sensación es inexplicable. Y pienso, que este es el principal objetivo.

Debemos formar de manera integral a jóvenes que van a avanzar por un camino que en ocasiones les intentará tumbar a través de derrotas, lesiones y adversidades. Un camino que quieren claramente recorrer y para el que deben competir con gran cantidad de jugadoras en su misma situación. Un camino que deben disfrutar desde el primer momento. Un camino en el que tenemos la suerte de acompañarlas y empujarlas un poquito, aunque sea solamente durante unas horas.

¿A qué es una responsabilidad?


Andrea Esteban es seleccionadora de la FFCV y exfutbolista del Valencia, el Levante y la selección española

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