SANT ADRIÀ DE BESÒS (EFE). El entrenador del Espanyol, Diego Martínez, afirmó en la rueda de prensa previa al partido contra el Elche que el duelo "no es una final" ya que, en su opinión, este calificativo implica "otra cosa muy diferente", pese a no esconder la importancia del encuentro.
El técnico, antes de la sesión de entrenamiento en la Ciudad Deportiva Dani Jarque, reconoció que el pulso tiene "muchas connotaciones" que lo convierten en "más complejo todavía". En cualquier caso, apostó por evitar dramatismos: "No carguemos más piedras en una mochila que ni son necesarias ni tienen que ver con nuestra realidad".
El preparador gallego, por otra parte, ensalzó la calidad del Elche y evitó cualquier relajación, pese a tratarse del colista de la categoría: "Esto es Primera División, es muy complicado. Ha ganado 3-1 al Villarreal en su estadio y está demostrado muy nivel competitivo muy alto".
En este sentido, Diego Martínez apuntó que los detalles "marcarán la diferencia" y auguró que ambos conjuntos "se dejarán el alma" para conseguir los tres puntos. Además, el entrenador subrayó el nivel individual del cuadro ilicitano, por lo que espera un choque "duro".
La receta de Diego Martínez no es otra que presentar la cara más afilada del Espanyol: "Cuando estamos a nuestro mejor nivel somos un equipo muy jodido. Estamos preparados para mostrar nuestra mejor versión y para sufrir cuando toque. Creemos en nosotros y en el equipo. Las situaciones adversas nos están forjando el carácter y la mentalidad".
Por otra parte, el responsable del banquillo periquito espera que se aclare cuanto antes la vinculación los pagos del Barcelona a Enríquez Negreira, exvicepresidente del Comité Técnico de Árbitros. "Es necesario por el bien del fútbol español y por la integridad de la competición", apuntó.
El entrenador consideró "importante" que las autoridades competentes lo investiguen y, añadió, que "sancionen como corresponda" por el bien de la competición.