OPINIÓN 

Mateu Alemany, el gran fracaso de Layhoon

Tras ese corto minuto Layhoon no quiso más fotos, desapareció de la mesa principal y dejó solo al nuevo director general. Que Lyahoon no quisiera aparecer en la foto no es ninguna casualidad es una causalidad.

28/03/2017 - 

VALENCIA. El Valencia CF anunció a media mañana de este lunes el nombramiento oficial del balear Mateu Alemany como nuevo director general del club. Era una noticia esperada y que no sorprendió pero sí sorprendió, quizá, que el club anunciara que por la tarde iba a ser presentado en el estadio de Mestalla. Parecía un poco pronto después de pasar el fin de semana en Singapur con el máximo accionista. 

Al acto acudió escoltado por sus nuevos compañeros de club, por varios consejeros y también por la presidenta de la entidad, Lay Hoon Chan. La asiática llevaba sin aparecer en la escena pública desde el pasado 15 de diciembre, cuando regresó con Prandelli y Pitarch de otro viaje a Singapur. Han pasado tres meses y medio y parecen tres años. 

Layhoon apareció en la sala de prensa de Mestalla con una sonrisa forzada, se sentó junto a Alemany nada más llegar y pronunció un breve discurso, en inglés, para darle la bienvenida al nuevo ejecutivo valencianista. Tras ese corto minuto Layhoon no quiso más fotos, desapareció de la mesa principal y dejó solo al nuevo director general. Que Lyahoon no quisiera aparecer en la foto no es ninguna casualidad es una causalidad. La presidenta lleva meses siendo apartada por el máximo accionista de la toma de decisiones en el Valencia CF. En octubre le mandó a Anil Murthy, algo que no encajó bien la presidenta, persona que jamás había trabajado para Meriton y ahora le ha nombrado un director general para que actúe de Layhoon. Es decir, Peter Lim ha dejado de ser Layhoon y ahora es Mateu Alemay, o algo así. 

Estos dos fichajes del asiático son el claro reconocimiento del gran fracaso que ha significado la gestión de la presidenta al frente del Valencia CF. A Layhoon le gustó el caramelo cuando lo probó. Tras la salida de Salvo se sintió importante. Pasó de tener cargos apagados y sin brillo a ser el centro de las miradas de miles de valencianistas y aficionados al mundo del fútbol. Durante meses una buena parte del valencianismo, yo el primero, se dejó embaucar por sus brillantes palabras e intervenciones. El tiempo nos ha demostrado que estábamos ante una presidenta que no podía ser presidenta del Valencia CF. No por ser mujer, nada tiene que ver con eso, más bien por no tener ni idea de lo que se llevaba entre manos. 

Me consta que hace meses Jorge Mendes le trasladó a Lim que debía cambiar de gestores al frente del club. El portugués le dijo al asiático que el Valencia CF jamás podía funcionar bien si al frente estaba Layhoon. Al portugués no le faltan informantes en el vestuario valencianista, y el vestuario valencianista hace más de un año que no traga a la presidenta. No quieren que entre en el vestuario, ni que aparezca por Paterna. Lim ha tardado y lo ha hecho a su manera porque como dice alguien de Meriton, Lim jamás le dirá a Layhoon que dimita como presidenta pero sí le reducirá el poder como ha hecho en los últimos meses. 

Lo de Layhoon ha sido un gran fracaso y ha abocado al club a una mediocridad absoluta. Ahora, llega un hombre que conoce el fútbol, que viene recomendado por el máximo mandatario del fútbol español, Javier Tebas, y que estoy seguro tiene capacidades para gestionar bien el club o al menos mucho mejor de lo que lo ha hecho Layhoon y sus allegados en los dos últimos años. Ahora bien, no dudando de la capacidad de Alemany, tengo muchas dudas de que Lim le vaya a entregar la varita de mando. El asiático compró el club porque quería tener un club y seguirá siendo él quien tome las decisiones en último lugar. Por eso, me cuesta creer que Mateu pueda llevar a cabo todos los cambios que quiere y poner en marcha un modelo de club diferente. 

Me encantaría que Lim concediera poderes de verdad al mallorquín para intentar cambiar las cosas. Me gustaría de verdad comprobar que mi escepticismo se convierte de nuevo en confianza hacia Meriton pero a día de hoy tengo todas las dudas del mundo. De Alemany me gustó una frase sobre el objetivo del club, afirmó que ese no lo fija él, ni nadie del club, que ese lo fija la historia y la masa social. Eso es conocer el fútbol español y saber que viene a un gran club en el que no vale con no descender. Aquí se quiere pelear por estar arriba, al menos pelear. 

Entiendo el lado optimista del aficionado y la esperanza que le tienen muchos al balear para que con él se inicie un cambio drástico en el club. Sin embargo, después de tantas promesas no cumplidas, sería bueno esperar y pensar que de momento sólo tenemos palabras y el club y los aficionados lo que necesita con urgencia son hechos. 

PD: Sigo sin entender que si Lim tiene tanta ilusión no aparezca para lanzar él en primera persona un mensaje al aficionado de su club.