Mateu explica el funcionamiento de la estructura deportiva pero emplaza a la junta para conocer los temas económicos  

VALENCIA. El Valencia CF ha comenzado la temporada de manera muy positiva con 12 puntos en seis jornadas que le colocan de momento en los puestos que dan acceso a disputar la próxima edición de la Champions League. Esa posición a final de Liga sería idilica para el club de Mestalla porque la entidad valencianista se enfrentará el próximo curso a unos balances económicos con cargas muy importantes que nada tendrán que ver con asuntos deportivos y sin los ingresos extra de la máxima competición continental, el club se verá en la obligación de vender jugadores para equilibrar las cuentas. 

El director general del club, Mateu Alemany, compareció este jueves, 27 de septiembre, ante los medios para analizar la actualidad del club y contestar todas las preguntas que se le formularon. Durante esa comparecencia, que duró aproximadamente 30 minutos, el balear confirmó que el club tiene esta temporada un desfase presupuestario que cubrir pero que se ha arriesgado económicamente para poder construir un buen equipo que vuelva a colocar al club en competiciones europeas. 

Alemany profundizó explicando la salida del director deportivo, José Ramón Alesanco, y reconoció una evidencia conocida pero nunca reconocida abiertamente desde el club hasta ayer. Con la llegada de Alemany al club en marzo, la figura del vasco que había sido nombrado director deportivo en febrero había perdido su valor porque el propio Mateu llegó con unas competencias muy parecidas a las del director deportivo.

Ese duplicidad de tareas provocó un primer desencuentro a la hora de elegir entrenador, y varios más a la hora de dar salidas con rapidez a los descartados por el entonces nuevo técnico, Marcelino. A finales de junio, Mateu ya tenía todo el poder de las negociaciones junto a Marcelino porque Lim ordenó que así fuera y Alesanco pasó a ser una persona más dentro de la secretaría técnica pero sin ningún poder para elegir fichajes. La salida del vasco era cuestión de tiempo y el club entendió hacerlo la pasada semana aprovechando la buena dinámica deportiva. 

Alemany confirmó que la estructura deportiva mantendrá el funcionamiento que ha tenido este verano y que según él ha sido muy bueno. La secretaría técnica, que ahora encabeza Vicente Rodríguez, tendrá la misión de captar futbolistas interesantes y de ponerlos encima de la mesa para que el entrenador y el director general tomen las últimas decisiones sobre las contrataciones. Marcelino es la apuesta de este proyecto y Lim le ha dado todo el poder. El asiático siempre ha confiado en ese modelo de entrenador-manager y con el asturiano ha recuperado esa figura que intentó instaurar con Nuno. 

NI OBJETIVO NI RENOVACIONES O FICHAJES 

Pese al buen inicio de Liga del Valencia CF, Alemany esquivó, como hizo durante todas las entrevistas a su llegada o como este verano, fijar un objetivo para la actual temporada. El mallorquín cogió el camino fácil y aseguró que el objetivo es que el equipo siga trabajando bien cada entrenamiento y que lo den todo en cada partido. 

En la zona noble del club se ha instaurado el silencio acerca del objetivo y el entrenador es el que marca ese discurso para evitar meterse presión. Una presión lógica en un club como el Valencia CF pero que de momento no se quiere asumir prefiriendo el discurso de ir paso a paso. 

Además, el primer ejecutivo valencianista no quiso hablar sobre posibles fichajes o renovaciones al entender que septiembre no es un buen mes para ello. No contestó si el club tiene intención de renovar el contrato de Parejo, y únicamente reconoció que hay un acuerdo con Kondogbia si deciden ejecutar la opción de compra y que si el United repesca a Pereira en enero el Valencia CF tendrá contraprestaciones. 

NUEVO ESTADIO, PORXINOS, ETC. EN JUNTA ACCIONISTAS 

La comparecencia del director general había levantado mucha expectación por lo que pudiera decir Alemany sobre los temas extra deportivos que rodean al club y que pueden ponerlo en jaque económico si no se consiguen solucionar de manera positiva en los próximos meses. 

Sin embargo, Alemany no dijo gran cosa. De hecho, no dijo casi nada sobre el nuevo estadio, Porxinos, la multa de la Unión Europea o la sanción de Hacienda. Cuándo fue cuestionado por esos problemas se limitó a afirmar que el club tiene todas esas contingencias reflejadas y provisionadas en las cuentas del club y que están a la espera de saber detalles definitivos, como en el caso de la sanción de la Unión Europea. En ese caso el club sigue a la espera, casi un año después, de la contestación del tribunal al recurso sobre la petición de medidas cautelares. En el caso del nuevo estadio no quiso adelantar nada y aseguró que en la próxima junta de accionistas el club dará a conocer las intenciones reales. 

El ejecutivo mallorquín no explicó en ningún caso cuales son los estados de cada uno de los procedimientos, ni tampoco dio una sensación de poder explicar con firmeza lo que sí afirmó. La suma de todos esos problemas, puede suponer un agujero de unos 50 millones de euros para la entidad, que pese a asegurarlo Alemany, es muy complicado que el club pueda tenerlos guardados en la caja. En las próximas semanas el club tiene previsto comunicar la fecha de la junta general de accionistas en la que este año habrá muchos asuntos económicos que explicar porque la carencia que los bancos le otorgaron al proyecto Lim llega a su fin y toca empezar a amortizar capital.