Hoy es 15 de octubre
VALÈNCIA. Es un tipo especial. Desde que llegó al Valencia transmite una alegría de normalidad y un espíritu competitivo fuera de lo normal. Y eso me agrada y le otorga al equipo una forma de desenvolverse que va más allá de su propio espíritu de fútbol. Con Gattuso estos jovencísimos futbolistas son mejores, más maduros, y sin Gattuso da la impresión de que este Valencia tendría un futuro bastante negro y complicado.
Y dicho esto, una vez aplaudido Gattuso y resaltado su gran cualidad como entrenador e incluso como persona, debo decirles que no entiendo en absoluto esa especie de guerra que parece que el propio Gattuso tiene contra medios de comunicación, lo que le ha llevado a decir una cosa y su contraria casi de un día para otro y sin apenas despeinarse. La razón en este caso, solo en este caso, propone mirar para otro lado e intentar distinguir que lo que está pasando para que un tipo querido por todo el mundo inicie una guerra que no viene a cuento, y menos en este caso en el que el protagonista no es otro que el propio Gattuso.
Me dicen -ojo, solo me dicen, yo no tengo pruebas rotundas para asegurar que eso es así- que alguien dentro del propio club es el que le está comiendo la cabeza al entrenador para que inicie una guerra absolutamente inmerecida e impopular. Y cuesta entenderlo si el protagonista del tema es el propio entrenador y no entiendo que quiera tener más enemigos que lo normal dentro de su puesto. Por eso pienso que desde dentro del club alguien le esté comiendo la cabeza. El Valencia tiene de todo, pero lo que no tiene que hacer es ir en contra de la razón y de lo natural. En este caso piensen. Al personal le cae de pena Meriton y le cae de cine Gattuso. Y de pronto, y sorprendentemente, es el que cae bien, digo de Gattuso, el que está empeñado en meter caña en lugar de ser alguien de Meriton, que todos intuimos que, en el fondo, sí son los que están iniciando esta guerra absurda.
Ahora llama a nuestra puerta el inminente Mundial de fútbol y eso implica que vamos a tener todo el tiempo del mundo para modificar conductas inapropiadas. Un tiempo considerable, repleto de pasión y de amor por parte del personal hacia todos y cada uno de los paises, y también un tiempo de reflexión y de analizar que es lo que está sucediendo para el propio Gattuso y su absurda guerra contra el mundo.
Y entiendo que Gattuso sí esté haciendo la pelotilla al dueño del cortijo, pero no entiendo que esa forma de hacer el pelotilla sea perjudicial para el propio Gattuso. Todos sabemos los tristes límites que rondan por la cabeza de Peter Lim, pero eso no implica que tengamos que comulgar con una guerra incomprensible que ha iniciado un tipo como Gattuso, que además nos cae de cine.