VALÈNCIA. La cabeza me da vueltas. El lado diestro de la misma me empuje a creer en este nuevo Valencia e insiste en ilusionarme de nuevo con el fútbol que nos viene. Quiero ilusión, quiero disfrutar con el Valencia futbolero, y por eso resulta tan sencillo embaucarme con siete cortinas de humo. Pero ojo, también tengo un lado izquierdo del cerebrito, ese lado más racional y sosegado, y este me indica que deje de creer en sueños baratos y que no m3 distraiga pensando en cosas imposibles. Y el lado izquierdo es contundente. Y dice esto de forma muy clara y rotunda. No te creas nada Vicente, el negociete de Lim y Mendes sigue caminando sigue de plena actualidad. En el Valencia, en el fondo, no ha cambiado nada. Nos aguarda una dura temporada.
El nuevo técnico
Gattuso ya está a las órdenes de Lim y en menor medida también del Valencia. Es el nuevo entrenador del club, pero sabe que su gran misión es dejar felices a Lim y Mendes y si pasa eso, así de rebote, también a la afición del Valencia. Pero será solo de rebote, no lo olviden.
Joven, trabajador y muy bien pagado
Gattuso tiene tras de sí una juventud absoluta que contrasta con la veteranía de Bordalás. Al técnico despedido, mal despedido, le han tirado como siempre ha pasado en este club de la mano de Peter Lim. Tirado por la espalda, a traición y con un descaro francamente bochornoso. Ahora Gattuso tiene la ilusión del que empieza y tiene el apoyo inmenso de Mendes para no ser tomado en este club como una simple marioneta.
Los fichajes
Voy a ser franco. Me niego a desgranar los nombres de algunos jugadores como posibles fichajes del Valencia en un futuro inmediato por la sencilla razón de que antes de incorporar a nadie lo que sí que hay que hacer es vender antes de que se acabe el mes actual. Y en ese apartado de ventas todo huele a que los primeros que están en la lista de posibles traspasos son los tres mejores jugadores del pasado Valencia. Sobre Guedes, Soler y Gayà solo existe la real voluntad de que el club los quiere vender. Y esa realidad, lo logren o no, sí que nos indica que este Valencia está muy herido, herido de muerte incluso.
La realidad
Con el suicidio anterior de Murthy se ha abierto una puerta para intentar vender de nuevo la ilusión y el nombre del Valencia. Y eso en teoría está bien. Pero siento decirles que no me lo creo. Tengo los suficientes años para no creerme las cosas que parecen evidentes y sí creerme la cosas que en el fondo son reales de verdad. Y a estas alturas del valencianismo militante les confieso que me encantaría creer en un Valencia nuevo y distinto...pero mi cabeza se niega a aceptar que algo haya cambiado. Ojalá esté equivocado. Me encantaría decirles que estoy metiendo la pata...pero no tiene pinta, la verdad.