OPINIÓN

Mestalla se pregunta, ¿Quiénes somos?

Hemos sufrido a lo largo de nuestra historia muchas decepciones, hemos visto como muchos sueños se truncaban cuando más cerca estábamos de hacerlos realidad. Sin embargo, al día siguiente siempre nos hemos levantado y amado más a nuestro club que el día anterior

7/02/2016 - 

VALENCIA. La noche del pasado miércoles, el Valencia C.F sufría una de las peores derrotas de su historia. El 7-0 del Camp Nou hace que el recuerdo de la fatídica noche de Karlsruhe sobrevuele de nuevo la cabeza de todos los valencianistas que lo sufrieron. Las nuevas generaciones de valencianistas ya han tenido que vivir el trago amargo de ver cómo se mancha su camiseta. Eso no les generará dudas sobre su sentimiento hacia el Valencia, porque el valencianismo es un sentimiento que se transmite de padres a hijos, generación tras generación. Es una elección que, si volviéramos a nacer mil veces cada uno de nosotros, volveríamos a hacer.

Hemos sufrido a lo largo de nuestra historia muchas decepciones, hemos visto como muchos sueños se truncaban cuando más cerca estábamos de hacerlos realidad. Sin embargo, al día siguiente siempre nos hemos levantado y amado más a nuestro club que el día anterior.

Analizando detenidamente la situación en la que estaba el Valencia cuando Meriton llega, es para que estemos agradecidos por habernos dado una viabilidad económica que evitó el fin de nuestro club. Entiendo que es difícil para unos prestigiosos empresarios singapurenses entender nuestra cultura, nuestra forma de vivir, de comportarnos y de sentir. Un ejemplo de lo que significa el Valencia C.F para su afición es lo que dijo Bill Shankly, ex entrenador del Liverpool F.C: “Hay gente que piensa que el fútbol es una cuestión de vida o muerte, no me gusta esa postura. Es mucho más que eso”. Para nosotros el Valencia C.F es una forma de vida. No concebimos el día a día sin él. Lo sentimos nuestro. Sus éxitos son los nuestros y sus fracasos los sentimos como propios.

Cuando Meriton Holdings y Peter Lim realizan una inversión económica tan fuerte, se ganan el derecho a equivocarse y a hacerlo con las personas que creen convenientes. Sin embargo, es necesario cuando alguien llega a un lugar, saber el motivo por el que llega, en las condiciones que llega y el deseo que tiene la gente que les recibe. Cuando Meriton llega al Valencia C.F, se encuentra a una afición que volvía a creer en el proyecto que lideraban Amadeo Salvo y Rufete, ilusionada con el cambio, que huía de la gestión realizada por los anteriores gestores y que confía en Peter Lim para hacer del Valencia el equipo que ellos creen que merece ser.

El error de Meriton no es equivocarse, su error es no conseguir conocer qué es el Valencia C.F. Nosotros hemos conocido un Valencia C.F campeón, que basaba sus éxitos en ser un grupo unido, comprometido y profesional, formado por jugadores veteranos que aportaban su experiencia y guiaban a los jóvenes para que desarrollaran su talento en beneficio del equipo. A la afición del Valencia le gusta que sus jugadores honren la camiseta, que sepan que cada partido que disputen están defendiendo algo que es demasiado importante para mucha gente, y que sólo si luchan y dan lo mejor de sí mismos nos sentiremos representados. No importa el resultado, sólo importa el compromiso y el esfuerzo. La historia ha demostrado que sólo así, el Valencia C.F puede competir y tener éxito.

Hace falta conocer esto para escoger cada temporada a los jugadores adecuados y capacitados para defender al club. Para entender qué es el Valencia C.F, es necesario rodearse de gente que lo conoce, que lo ha defendido y que entiende al entorno. La suerte de Meriton al llegar a Valencia es que no tenía que buscar a esas personas que les ayudaran a entenderlo porque ya las tenían, además pudieron comprobar en el día a día que la afición apoyaba a esas personas.

El primer año del proyecto el club creció en el aspecto deportivo. Sin embargo, al finalizar la temporada Peter Lim decidió hacer uso de su derecho a equivocarse y a hacerlo con sus personas de confianza. Hoy, seis meses después, el equipo se encuentra fuera de los objetivos, luchando por no descender, cosechando hitos negativos como el de partidos consecutivos sin conseguir una victoria en liga o el de goleadas históricas encajadas, cambiando de entrenador y cerca de tener que volver a hacerlo de nuevo, con una plantilla que no demuestra estar a la altura de nuestra historia y dando un giro de 180º en el organigrama de la dirección deportiva. Definitivamente, no saben lo que es el Valencia C.F y lo peor es que “Mestalla se pregunta, ¿quiénes somos?” porque no reconocemos a nuestro equipo.

Creyendo en la buena fe de Peter Lim al colocar entrenadores con poca o nula experiencia, por convencimiento propio de que son la mejor opción y no únicamente porque compartan amistad con él, la afición no entiende que un proyecto ambicioso y en el que hay que desarrollar el talento de jugadores jóvenes, el máximo referente no sea un hombre con experiencia y contrastado. No sabemos quién les aconseja o si no siguen ningún tipo de consejo, lo que sí sabemos es que en cada decisión que toman no nos sentimos comprendidos. El campo cada vez estaba más lleno y en el último año cada vez está más vacío. Es momento de pararse a reflexionar, analizar qué se ha hecho mal y subsanar los errores cometidos. El Valencia C.F lo merece.

Por otro lado, la afición se siente huérfana porque nadie sale a darle explicaciones. Hemos perdido esa figura que ante cualquier situación salía a comunicar a la afición la postura del club. La presidenta habla poco y el máximo accionista no habla nunca. Nos sentimos abandonados.

En cuanto a la plantilla, urgen jugadores con personalidad, orgullo, compromiso y profesionalidad que den un paso al frente y saquen al club de la situación deportiva en la que estamos. Es el momento de que cada uno de ellos haga autocrítica y asuman sus responsabilidades. Deben comprender la grandeza del escudo que llevan en el pecho. Un escudo de más de 96 años de historia. Esta camiseta no se mancha. En el fútbol se puede ganar, empatar o perder, pero el esfuerzo no se negocia. Los jugadores que piensen en sus situaciones individuales y no en el colectivo no tienen cabida en este equipo. Que honren la camiseta y nosotros estaremos ahí, como siempre, para apoyarles en cada partido. La primera ocasión para hacerlo la tenemos el domingo a las 16:00h.

Esta es la opinión del accionista 52.210, alguien que acumula dos noches sin dormir por la situación que atraviesa el club. Yo sí sé lo que es el Valencia C.F.

AMUNT VALENCIA!