VALÈNCIA. El técnico del Girona, Míchel Sánchez, aseguró en la víspera de la visita del Rayo Vallecano a Montilivi, que el equipo quiere estar en posiciones de Liga de Campeones "hasta el final" y que para conseguirlo tiene que "ganar muchos partidos".
"El equipo ha hecho las cosas muy bien, pero quedan trece jornadas y tiene que continuar ganando", añadió Míchel tras reconocer que clasificarse para competiciones europeas es "un reto espectacular" y sería "un sueño".
El técnico rojiblanco se mostró convencido de que el Girona puede estar en la pelea por la Champions y destacó que, con su mejor versión, puede ganar a cualquiera, aunque si se aleja de ella puede "perder con cualquier rival".
La Liga de Campeones, añadió, es el objetivo "natural", por la posición del Girona en la clasificación, e instó a sus jugadores a hacer buena la ventaja de siete puntos sobre el Athletic Club (5º), primer equipo fuera de las plazas que dan derecho a disputar la máxima competición continental.
También argumentó que el reto el Girona no es pelear con el Real Madrid, el Barcelona o el Atlético de Madrid, sino estar en "el siguiente paso". Pero dejó la puerta abierta a luchar por cotas mayores, como la segunda plaza, si el Girona está "para más" cuando lleguen las últimas seis jornadas del campeonato.
Sobre el partido de este lunes en Montilivi subrayó que el Rayo "es un rival muy muy difícil, con jugadores de un nivel muy alto".
Isi Palazón, "un jugador importante" para el conjunto vallecano, será baja, pero el cuadro madrileño será, en su opinión, "un rival igualmente muy complicado, porque tiene una gran plantilla".