VALÈNCIA. En las próximas semanas se conocerá el fallo de David Gericó Sobrevela, titular del juzgado de Primera Instancia número 22 de València, respecto a la vista celebrada contra el expresidente del Valencia CF, Amadeo Salvo, y el expresidente de la Fundación VCF y actual presidente de la Autoridad Portuaria de Valencia (APV), Aurelio Martínez. Salvo y Martínez comparecieron este miércoles en el juzgado tras la demanda de cinco accionistas del club que reclamaban "la cantidad simbólica" de 1.900 euros por los daños "morales y económicos" ocasionados tras la venta a Peter Lim.
Más allá de las declaraciones de ambos demandados negando su responsabilidad en el proceso de venta o coacciones y culpando a los patronos de la Fundación VCF y a Bankia, antes en la calle, a las puertas de los juzgados, y luego en la sala, hubo otras cuestiones llamativas que marcaron un día en los juzgados que contribuyó a alterar la contaminación acústica en torno al Valencia CF.
A su llegada a la Ciutat de la Justicia, el presidente de la APV tuvo que hacer cola como el resto de asistentes. Cuando un grupo de seguidores del Valencia, entre ocho y diez, lo vieron, comenzaron a increparlo. "Estafador", le grito una mujer, y Aurelio le replicó: "por favor, señora, deme usted el DNI", a lo que la mujer se negó entre risas.
Su camino hasta la puerta, paso a paso, estuvo lleno de improperios. "¡Devuelve la insignia, caradura!", "de rodillas tendrías que entrar ahí dentro", no tienes vergüenza, ni la conoces", "os habéis cargado el club, un sentimiento"...
Finalmente, haciendo muecas de desaprobación, alcanzó la puerta y llegó hasta la sala donde se iba a realizar la vista.
Mientras Aurelio Martínez estaba en la cola, un aficionado se confundió y empezó a llamarlo Amadeo. "¿Has devuelto la insignia ya, Amadeo?, ¿qué has hecho con la insignia, Amadeo? le chilló. Y Aurelio, contestó tirando de ironía: "Amadeo no está aquí".
Después de Aurelio Martínez apareció Amadeo Salvo, recibido con los mismos gritos de "estafador", "sinverguenza" y "ladrón". "T'amagues com les rates, ¿qui s'amaga?", le espetaron a Salvo, recordando una frase del presidente durante el proceso de venta que tuvo mucho recorrido en la calle.
"Me han hecho preguntas muy extrañas", explicó en una conversación con unos conocidos Aurelio Martínez cuando abandonó la sala tras su declaración. El expresidente de la Fundación del VCF se excusó en el pasillo y se justificó apuntando a la responsabilidad de Bankia y de la Fundación, tal y como había hecho dentro.
Varios miembros de la plataforma opositora a Peter Lim, identificados por sus carteles amarillos con el lema 'Lim Go Home', esperaron la llegada de Amadeo Salvo y Aurelio Martínez para abuchearlos. Uno de los cinco accionistas que presentaron la demanda contra ambos exdirigentes es Dionisio Canales, vicepresidente de Libertad VCF.
El magistrado David Gericó Sobrevela descartó llamar a declarar a Peter Lim, tal y como había pedido el despacho Jaime Navarro Abogados. El juez no admitió el testimonio de Peter Lim "porque es hecho notorio que no reside aquí y recientemente hemos visto que para contratar al nuevo entrenador del VCF viajó una persona hasta allí". El juez alegó que se perdería mucho tiempo llamándolo a declarar o que habría que buscar una vía alternativa al viaje desde Singapur para hacerlo. En todo caso, argumentó que la de Lim "no es una declaración esencial" y que no se justificaba "la utilidad de esta prueba respecto a los hechos demandados".
Después de escuchar a las partes, el juez decidió que lo que se juzga es que el hecho controvertido del juicio es si Salvo y Aurelio defendieron la venta del club, en lugar de si vendieron el club.
Paco Blasco, abogado de Aurelio Martínez y patrono de la Fundación VCF durante el proceso de venta, tildó la vista como “un batiburrillo de demandas que imputan”. “El Valencia ha jugado Champions durante la etapa de Lim y se ha proclamado campeón de Copa”. Blasco, que dio la impresión de sentirse acusado por su condición de patrono en aquella etapa, explicó que queda probado en el juicio que no hubo engaño a los patronos, "porque hubiéramos sido una panda de imbéciles". Blasco fue el abogado más agresivo en la sala.
Mateo Castellá, representante de la Generalitat Valenciana en el Patronato de la Fundación VCF, explicó que se sentía "engañado". “En cierta manera me siento engañado. Los que tenían que vigilar la oferta vinculante no lo hicieron”, declaró Castellá, que se enzarzó con el abogado de Aurelio Martínez, Paco Blasco, también patrono en aquella etapa.
"¿Fue usted coaccionado por Salvo o Aurelio Martínez?", le preguntó Blasco. “¿Coaccionado o engañado?, en cierto modo. La oferta vinculante... los que tenían que vigilar la oferta vinculante no lo hicieron. Por eso sí que me siento engañado. Confiaba que estaba todo salvado. Por parte de la presidencia de la Fundación se permitió una votación a mano alzada cuando eso no era lo que se había solicitado. Había mucha presión, se dijo que la votación iba a ser secreta. Y voté solo por una cosa, por salvar las garantías de la Generalitat. Sentí que había reuniones en las que se me dejaba fuera casualmente. Viví la presión en Valencia. Decían que estaba todo garantizado”, declaró Castellà.
Miguel Bailach, que representaba como patrono a la Diputación de Valencia, apuntó al cambio que registró la hoja de ruta del proceso, respecto a la propuesta inicial de Meriton, en la posterior redacción del contrato definitivo. “Por eso voté que no, porque los compromisos que se adquirieron en el Valencia Palace luego no eran los mismos. Se me dijo que eso era normal, que era habitual en la empresa privada. Llegué a decir que lo normal, si se cambiaban las condiciones, era que se volviera a consultar”.
Bailach denunció "la presión" que sintieron los patronos de manera firme: “Tengo pantallazos insultándonos, llamándonos perros, de gente anónima porque habíamos votado en contra. Estoy muy tranquilo, había mucha presión mediática, antes durante y después en redes y en la calle”.
Los expatronos José Luis Zaragosí, Isidro López y Luis Martí, llamados a declarar por la defensa de Aurelio Martínez y Amadeo Salvo, descartaron que sufrieran algún tipo de presión a la hora de votar para elegir la oferta de Meriton por encima del resto de finalistas. Zaragosí fue acusado de "colaboracionista" de Meriton durante su etapa en el club. El médico firmó los documentos de la venta del club a Lim junto a Salvador Belda.
Martín Queralt, líder de la plataforma De Torino a Mestalla, asistió a la vista y permaneció muy atento en la sala a las declaraciones de Salvo, Aurelio Martínez y de los testigos que presentaron las partes. Queralt manifestaba con gestos su conformidad o disconformidad con lo que escuchaba. Asentía con la cabeza cuando le gustaban los argumentos de la defensa o del juez, y se llevaba las manos a la frente o negaba con la cabeza cuando hablaban Salvo y Martínez.