VALÈNCIA. No es momento para lamentarse. Es el momento de renacer. Valencia Basket salió humillado del primer partido de semifinales de playoff ante el Real Madrid, en el que llegó a perder de 34 puntos y acabó cayendo de 22 (94-72). Hoy tiene la segunda oportunidad para robar el factor campo y, además, empatar la eliminatoria 1-1 antes de que la serie se vaya a la Fonteta. La primera derrota entraba dentro de los planes. El conjunto taronja se había vaciado en los cuartos a tres partidos ante Unicaja y solo 48 horas después se tenía que enfrentar a uno de los mejores equipos de Europa en semis. Ponsarnau era consciente de que sus jugadores bajarían el pistón e irían a muerte a por el segundo. La hora ha llegado.
El conjunto taronja podrá afrontar la cita de hoy con una cara distinta. El pasado jueves la mayor parte de jugadores salieron con varias marchas menos y algunos pudieron tener más minutos de descanso como Sam Van Rossom, Joan Sastre o Fernando San Emeterio, quienes estuvieron menos de 15 minutos en pista. Solo Aaron Doornekamp, el mejor taronja con 25 de valoración, que había estado más tiempo en banquillo en los cuartos de final superó los 20 minutos jugados. Esta circunstancia añadida a que el equipo ya está en Madrid y, por lo tanto, no ha tenido que viajar y ha podido entrenar, permitirá un lavado de cara respecto a antes de ayer. La baja de Matt Thomas se mantiene durante toda la serie.
Los jugadores de Jaume Ponsarnau ya han tenido una primera toma de contacto con su rival y no se vienen abajo con un 1-0, pues la eliminatoria es de hasta cinco partidos. La clave está en identificar dónde hicieron daño los de Pablo Laso y qué les faltó al juego taronja. El hombre del partido, sin duda fue Anthony Randolph con 24 puntos y 9/11 en tiros de campo. Y donde más golpeó el Real Madrid fue en el triple con un increíble 59% (16 triples). Valencia Basket no estuvo bien prácticamente en ningún aspecto pero ya sabe lo que es arreglar el exceso de acierto del rival en un primer partido (y la falta del propio), como ya ocurrió en la serie contra Unicaja.
Lo cierto es que al cuadro taronja se le dan muy bien los segundos partidos. No solo lo hizo frente a los Malagueños en el Martín Carpena para empatar y darle la vuelta a la eliminatoria en terceros. También lo ha conseguido hasta en dos ocasiones frente al Real Madrid. Siempre que Valencia Basket ha sacado el triunfo del Wizink Center en series por el título ha sido en el segundo partido. La primera fue en las semifinales de la temporada 2014-15 y la segunda en las finales de la 2016-17 cuando el equipo valenciano arrancó con un 1-0, empató en el segundo partido en el Wizink Center y acabó levantando el título con un 1-3. Ese es el camino.
No en vano, Valencia Basket ha fletado un autobús con aficionados para que apoyen a sus jugadores en tan importante partido para no pender de un hilo en el tercer partido que se jugará el lunes en la Fonteta. 100 seguidores llenarán de taronja una parte del pabellón blanco. El bus saldrá de la Fonteta hoy a las 10:00 horas, con el retorno programado para después del partido. Se confía plenamente en la reacción del vestuario.