Morir en la orilla

VALÈNCIA. Madrid fue justo vencedor ayer y pudo haber goleado al Llevant. Lo impidieron dos palos, un gol anulado (por una uña) y la imperial actuación de Aitor. De perdidos al río, los granota en la segunda mitad se lanzaron a un ataque suicida que pudo haber salido bien. Tanto es así que en el descuento hubo dos opciones clarísimas para el empate: Vezo de cabeza remató forzado, no la pudo picar y aún así propició el paradón de Courtois; y Morales desaprovechó un pase de la muerte diáfano por buscar un gol imposible. El 3-2 final (y las opciones incluso de empate)maquillaron las sensaciones de vulnerabilidad de una escuadra blaugrana que hizo aguas en muchas facetas del juego.

El sistema flexible dispuesto por Paco López hizo aguas, de entrada: a veces hubo tres centrales; otras cuatro defensas, con Postigo en la posición de Clerc; o cinco, con los dos laterales retrasados. Aunque Benzemá ganó la posición a Duarte en el 2-0, lo cierto es que a Postigo le vienen grandes partidos como éste. Tampoco contribuyó al sistema defensivo la habitual indolencia en estos menesteres de Rochina y Campaña y el mal partido de Vukcevic, que no fue capaz de frenar la voracidad creativa en la medular de un Madrid más entonado por los balones que le regalaba el Llevant que por su propia inspiración.

Tampoco acertó el Llevant en la construcción. Erró docenas de pases fáciles y no tuvo verticalidad ni fue capaz de filtrar balones para Morales y Mayoral. Como consecuencia de ello, el balón apenas le duraba en los pies y además el equipo no generaba sensaciones de peligro, lo cual acentuó la habitual querencia de los zagueros madridistas por incorporarse al ataque. Rochina se enzarzó en numerosos duelos en zonas de alto riesgo que provocaron excesivas pérdidas peligrosas. El saguntino intentó dotar de cierto sentido creativo al fútbol granota (aunque por la vía más complicada, a menudo) y quiso armar superioridades que permitieran ataques plausibles. No le salió nada. Arriesgó y la pifió una y otra vez. Pero lo intentó al menos. Para eso lo pone López. Para que lo intente. ¿Y Campaña? ¿Dónde estaba, mientras tanto? Viendo la vida pasar. Desaparecido en defensa, en ataque, en creación y en control del balón. Sólo activo con el balón parado.

La segunda mitad se inició con un gol de Mayoral que dio esperanzas (y que debió ser anulado: Morales, en fuera de juego, no llegó a tocar, pero lo intentó y condionó la jugada). Entonces Paco López, con 3-1, optó por la ruleta rusa. Con un 3-1 en el Bernabeu y 42 minutos por delante es una opción, desde luego. Sacó a Bardhi por Vukcevic y metió a Campaña de seis, con lo que se acabaron de abrir las costuras defensivas del Llevant, como sucedió mil veces el curso pasado. La mala puntería del Madrid y las paradas de Aitor mantuvieron la tensión en el marcador, pero el partido recordaba claramente aquel 2-6 ante el Sevilla. Aún fue más lejos López, cuando en el 67' entraron Melero y Roger por Duarte y Rochina, cambiando al 4-4-2. No es que el Llevant a partir de este momento fuese superior ni que generara un gran fútbol ni siquiera ocasiones claras, pero se mostró un poco más sólido, con Melero asumiendo galones y Roger acompañando la lucha permanente de Mayoral. Las subidas de Clerc y Miramón por bandas, los hachazos de Bardhi entre líneas y el baile de Morales, Mayoral y Roger en las cercanías de Courtois provocó un cierto runrún en la grada de Chamartín, que pronto derivó en pitos.

El Madrid llegaba pero no mataba el partido. Y el Llevant, más por demérito del rival que por méritos propios, supo sufrir y llegar vivo al tramo final. Entonces sí le temblaron las piernas a los castellanos, ante la posibilidad de un fiasco mayúsculo: que el Llevant te remonte un 3-0 en casa. Y estuvo cerca, pese a todo.

CLAVES, por Borja Bens

••• Aitor ha salvado a su equipo de una goleada. Gracias a él el Llevant estuvo vivo toda la segunda mitad y se consiguió un resultado tan ajustado.

••• En los cambios se prescindido demasiado rápido de Vukcevic como ancla.

••• Morales, en el 94', podría haber elegido pasar el balóna los compañeros que había  desmarcados en el área.

EL COMENTARIO, por Borja Bens

Que el Madrid estuviera plagado de bajas importantes era buena noticia, en principio. El Llevant, como de costumbre, quiso sacar el balón jugado, pero ayer no salió bien.El Madrid no iba sobrado de ideas en la creación del juego, pero se puso las botas robando balones y recuperando pérdidas, lo que contribuyó a alimentar los desmarques de Benzema, Vinicius, James o Vázquez. Aitor, sin embargo, hizo paradas de todos los colores. Jugando así entraron tres como podían haber entrado siete. Sobrevolaba la mente de muchos levantinos aquel 8-0 en Copa de 2010. Tras el gol de Mayoral (48')y los cambios de futbolistas y sistema,el Llevant dominó por momentos (aunque sin intimidar a Courtois) y se llevó, a la contra, unos cuantos sustos. Sin embargo, un córner ingenioso ejecutado por Campaña acabó con el balón dentro de la red,remachado por Melero en el segundo palo. Muchos pensamos en ese momento que llegaría el empate de Bardhi tras una falta en el 90', aunque muy lejana. Finalmente Campaña metió una buena rosca rematada por Vezo, que provocó la única parada de Courtois en el partido. La cosa no acabó ahí. Faltaba la contra de Morales en el último minuto: todas las esperanzas estaban depositadas en que diera un buen pase de la muerte, pero se esfumaron con un disparo imposible, casi sin ángulo. Paradones, palos, fueras de juego, ocasiones... Un partido de los que quitan el hipo que el Llevant peleó hasta el final.

UNO A UNO: Aitor (9); Miramon (6),Vezo (6), Duarte (5) (Melero (6) 67'), Postigo (4), Clerc (7); Vukcevic (4) (Bardhi (6) 55'), Campaña (4) Rochina (4) (Roger (5) 67'); Morales (5) y Mayoral (6).

Paco López (5)

GOLES: 1-0 Benzema 24'; 2-0 Benzema 30'; 3-0 Casemiro 39'; 3-1 Mayoral 48'; 3-2 Melero 74'.