VALÈNCIA. Lo tengo claro. Mosquera no puede salir del once conforme Diakhaby vuelva a estar al 100%. El francés ha sido una pieza indiscutible para el 'Pipo' hasta su lesión, pero el canterano ha hecho méritos para seguir en el once. El alicantino ha pasado momentos duros siendo el quinto central, una lesión le hizo perderse la pretemporada, Cenk estaba por delante... nadie le ha regalado nada. Todo lo contrario.
Primer motivo: Mosquera otorga un plus que el resto de centrales no posee: la salida de balón. Bate líneas al arriesgarse en la salida para conectar con Guerra, Pepelu o incluso con la línea de ataque sin tener que abusar una y otra vez del balón largo. Un aspecto que hizo previsible al equipo de Baraja ante la presión rival hasta encontrar esta variante.
Segundo motivo: Mosquera se ajusta a la realidad del Valencia. No ocupa salarios fuera de mercado según el coste de plantilla que tiene el Valencia y que su rol crezca es capital en el proyecto de futuro. Paulista y Diakhaby tienen unos salarios importantes y es complicado que se acoplen a la "sostenibilidad" que dice Corona a medio plazo.
Tercer motivo: La pareja Paulista-Diakhaby ha mostrado carencias a lo largo de las últimas temporadas. Por tanto, su regreso no es una fórmula de fiabilidad que aplique un giro radical a las prestaciones defensivas.
Cuarto motivo: Mosquera acaba contrato en 2025, aunque ese contrato puede ser ampliable según el número de partidos. Cuantos más partidos vaya 'madurando' Mosquera mientras siga al alza, menos encuentros registrarán otros competidores por el puesto cuyos números pueden suponer una 'hipoteca' para el club la próxima temporada.
Quinto motivo: La 'Quinta del Pipo' necesita creer. En un periodo de 'vacas flacas' los chavales se están partiendo la cara por el Valencia, 'quemando' etapas y eso necesita un gesto del entrenador que Baraja ha demostrado con otros 'nanos'. Mosquera y otro más.