El deportista del Proyecto FER buscará clasificarse dando un primer paso este año en el Campeonato Mundial de Gimnasia Artística
VALÈNCIA. Néstor Abad (29/03/93 Alcoy, Alicante) es uno de esos jóvenes deportistas valencianos que más que una promesa ya son toda una realidad. La gimnasia artística, su pasión y profesión, le han llevado no solo a lo más alto en España, proclamándose campeón absoluto durante dos años consecutivos en 2015 y 2016, sino también al Olimpo de su disciplina. Esos dos años en los que fue el rey en la gimnasia artística le permitieron alcanzar su primera participación en los Juegos Olímpicos de 2016 con 23 años. Ahora, Néstor ya está pensando en los próximos que se celebrarán en Tokio en 2020. No hay tiempo que perder.
Después de un 2017 duro para el gimnasta, en el que “he sufrido dos lesiones medianamente graves que me han impedido estar al 100% en las competiciones, una osteolisis en la clavícula derecha y una rotura del dedo gordo de la mano izquierda”, entra a 2018 con las pilas cargadas y un objetivo en mente. “Mi próximo reto es colectivo. Trabajamos para conseguir la clasificación para Tokio 2020, que este año empieza la clasificación en el mundial”, explica Néstor a Plazadeportiva.com. Un reto a corto-medio plazo que le dará el billete para volver a ser olímpico.
Aunque pueda parecer que todavía hay tiempo por delante, el gimnasta ya lleva ha dado el pistoletazo de salida a su entrenamiento para una cita tan señalada. “Mi preparación para los Juegos Olímpicos de Tokio ha empezado antes de que acabara el año 2017. Hay que mejorar los ejercicios, competir y conseguir los mejores resultados para el equipo”, cuenta el deportista del Proyecto FER. “Mi preparación es algo que lleva muy a conciencia mi entrenador. Me prepara lo mejor posible para las competiciones. Soy una persona que trabaja mucho y me esfuerzo al máximo”.
Mucho esfuerzo y muchas horas, pero Néstor asegura que “sarna con gusto no pica”, pues para él no hay nada duro si se trata de algo que le apasiona. Si bien, admite que “las lesiones son lecciones difíciles de superar y aprender”, también forman parte del aprendizaje y del crecimiento como deportista de élite.
Esa filosofía de vida es la que le impulsó a conseguir ser una de las referencias de la gimnasia artística española y dejar una estela que seguir para muchos valencianos. El alicantino recuerda sus inicios, en los que asegura que comenzó con esta disciplina gracias a la influencia de su hermana, cuatro años mayor que él: “Ella decidió la gimnasia como deporte y a mí me llamó muchísimo la atención. Creo que lo que más me llamó la atención fue cómo te hacía manejar el cuerpo este maravilloso deporte. No existen límites en el movimiento”.
Su hermana fue su inspiración para comenzar y la determinación de Néstor fue la que hizo que la gimnasia artística fuera más que una afición, pero siempre una afición. Esa es la clave. “Nunca ha dejado de ser una afición y espero que nunca deje de serlo. Lo que me hace dedicarle todo el tiempo del mundo es la pasión que siento por este deporte. Me encanta practicarlo, aprender movimientos nuevos y mejorar los viejos. Trabajar para algún día conseguir un control total sobre mi cuerpo y mi mente”, señala el deportista.
En todo este tiempo, "participar en unos JJOO ha sido una de las experiencias más gratificantes, pero, superar dos operaciones de rodilla y mejorarme cada año un poco más es lo que de verdad me hace sentirme bien conmigo mismo" destaca Néstor. El afán de superación es lo que le motiva cada día a conseguir cada nuevo objetivo: "Mi máxima aspiración deportiva es seguir mejorando cada año un poco más, darme cuenta de que no existen los límites si de verdad se está dispuesto a mejorar".
En pocas palabras, Néstor Abad no tiene techo, deportivamente hablando. Profesionalmente tiene claro que, una vez se retire "me gustaría tener mi propio gimnasio y formar gimnastas". Pero hasta entonces, el alicantino sigue buscando nuevos retos y tiene una larga y prometedora trayectoria deportiva por delante con el valioso apoyo del Proyecto FER. "Es de gran ayuda que se apoye el deporte minoritario y la gimnasia como tal ocupa mucho tiempo de practica si se quiere estar al máximo nivel. Por ello la ayuda de proyecto FER es inmensa y gratificante para mí", concluye el deportista.