VALENCIA. La estadounidense Phyllis Francis corrió el 400 más rápido de su vida (49.92) para proclamarse campeona mundial derrotando a las favoritas, la estadounidense Allyson Felix y la bahamesa Shaunae Miller-Uibo, que se venían disputando la supremacía en las grandes competiciones.
La medalla de plata tampoco fue para ninguna de las dos grandes. La bahrainí Salwa Eid Naser, de sólo 19 años, se metió también por delante de ellas con una marca de 50.06, récord nacional.
Un bronce con 50.08 fue todo lo que obtuvo Allyson Felix, la atleta que más medallas de oro olímpicas (seis) y mundiales (nueve) tiene de la historia. Su bronce eleva a 14 el número de metales cosechados por "Patas de Pollo" en campeonatos del mundo.
Sólo tenía por delante a la jamaicana -después eslovena- Merlene Ottey en la cuenta de medallas mundiales. Ahora ya empata a 14 con la que llegó a ser conocida por "la dama de bronce" por la cantidad de metales de esta clase que llegó a conseguir.
A sus 31 años, Allyson Felix, líder del ránking del año con sus 49.65 de Londres en julio, defendió su título mundial con la determinación y la elegancia de siempre, pero esta vez las fuerzas le abandonaron ya antes de acabar la última curva.
Salwa Eid Naser, de 19 años, había sido la más rápida en semifinales (50.08), a modo de aviso para las dos favoritas, Felix y Shaunae Miller-Uibo, plata y oro en Río, oro y plata en el Mundial anterior. La joven bahrainí llegó a Londres con una marca de 50.88 y la fue rebajando carrera a carrera, hasta dejarla en 50.06.
Londres ofrecía a Felix la revancha de su derrota "in extremis" olímpica, cuando Shaunae se arrojó sobre la meta. Desde aquel 15 de agosto no se habían enfrentado en un 400. La final mundialista, sin embargo, ha dado paso a una nueva generación.