el valencia CF lleva casi 20 millones de euros en finiquitos para los técnicos

Ningún entrenador de la era Lim ha conseguido acabar su contrato

6/06/2022 - 

VALÈNCIA. Que la primera medida de Peter Lim cuando tomó el control del club como futuro dueño fuera despedir al entrenador, no era una casualidad, si no un avance de lo que iba a significar su reinado en Valencia.

Desde la llegada del propietario asiático el Valencia CF se ha caracterizado por dos premisas: dar el banquillo una gran cantidad de veces a técnicos con poca o nula experiencia, y fundamentalmente por no dejarles acabar el contrato y fulminarlos.

El Valencia CF de Lim y Meriton se ha convertido en una trituradora de entrenadores. No hay un sólo entrenador que no haya sido despedido de su cargo, lo cual le ha supuesto a las arcas del club un coste aproximado de casi 20 millones de euros.

De entrada cabe contar los dos millones de euros de indemnización a los que el club tuvo que hacer frente al despedir a Juan Antonio Pizzi para hacer hueco al primer entrenador de la era Meriton colocado a dedo por Peter y su socio Jorge Mendes: Nuno Espírito Santo. Tras una primera temporada exitosa que le valió firmar una prolongación por tres temporadas (hasta 2018), el portugues cayó víctima de la "meritonización" del club al llevarse por delante a Rufete y consiguientemente a a un Amadeo Salvo entonces muy popular en la calle. Entre eso y que el equipo no acababa de encontrar la senda de los buenos resultados, Nuno presentó una supuesta dimisión que encubría una destitución tras perder 1-0 en Sevilla en la décimo tercera jornada de liga. Se llevó los 3 millones de euros de indemnización.

El siguiente en legar fue Gary Neville, amigo del propietario con la única experiencia técnica de ser comentarista de TV en el Reino Unido. El experimento acabó de la única manera en la que podía hacerlo. Cogió al equipo en la décimo cuarta jornada a 5 puntos de la Champions y lo dejó 16 encuentros más tarde a 5 del descenso. Una ruina el capricho de Lim que pese a firmar solamente hasta el final de la temporada fue destituido tras la jornada 30 y se llevó para el Reino Unido 600.000 Euros de indemnización.

Le sustituyó quien en teoría venía para traducir las órdenes a la plantilla, Pako Ayestarán. El que fuera preparador físico en la época dorada del doblete a las órdenes de Rafa Benítez emprendió carrera como técnico. Tecos de México, Maccabi y Santos Laguna (también de México) eran todo el bagaje del vasco que firmó por el Valencia CF un contrato por dos campañas (hasta 2018). A los 12 partidos fue despedido (en la 4 jornada del campeonato 2016/17) y se llevó un finiquito de 1 millón de euros.

Para suplirle llegó Césare Prandelli, que firmo por lo que restaba de temporada y otra más (otro que firmó hasta 2018). Sin embargo, el italiano sólo aguantó 8 jornadas. Harto de las mentiras de Lim y de Layhoon con respecto a los refuerzos de la plantilla, presentó su dimisión un 30 de diciembre de 2016. No hubo que finiquitarlo ya que dimitió, aunque si se tuvo que indemnizar a su equipo de trabajo.

Esa campaña 2016/2017 la acabó Voro y luego llegó Marcelino García Toral de la mano de Mateu Alemany. Los dos años en los que Lim dejó maniobrar al balear fueron los mejores de Meriton con dos clasificaciones continuadas para Champions y una Copa del Rey ganada. Lo que en un principio valió para que a mitad de la temporada 2018/19 el asturiano renovara por una campaña más. Luego llegaría lo que todos sabemos, las maniobras a las espaldas de Mateu y Marcelino, el episodio de los cangrejos y la destitución tras las tres primera jornadas de la campaña 2019/20. Otro despido que entre el propio técnico y sus ayudantes le costó al club 6 millones de euros.

En medio de aquel incendio aterrizó Albert Celades. El catalán (que nunca había entrenado en clubes, sí en la selección sub 21) firmó por lo que restaba de esa campaña y otro año más (hasta 2021). Pese a comenzar discreto en liga y bien en Champions superando la primera fase, al catalán se le cayó el equipo al retomar la competición por el parón del COVID. Y tras caer 2-0 en Villarreal en la jornada 29, Celades fue enviado de vuelta a casa. Eso sí, con 3 millones de euros en el bolsillo como consecuencia de su despido.

Mucho más rocambolesco fue el despido de Javi Gracia. El técnico navarro que llegó para hacerse cargo del equipo y que firmó una sola campaña. La 2020/21. Y fue rocambolesco porque el Valencia CF podía haberse ahorrado la indemnización si le hubiera aceptado la renuncia que presentó a principios de octubre tras la quinta jornada del campeonato, harto por las mentiras y la falta de refuerzos. Fiel a su arrogancia habitual, Lim decidió que si Gracia quería marcar los tiempos debía indemnizar al club con los tres millones de euros de rescisión. El navarro se negó a abonar dicha cantidad y por tanto continuó entrenando en el Valencia "por imperativo legal". Aquello acabó de la única manera en la que podía acabar, Gracia fue destituido tras caer ante el Barcelona en la trigésimo cuarta jornada de liga llevándose los tres millones que el club le pedía a él en octubre. Es fácil ser arrogante cuando luego es el club el que tiene que indemnizar.

Y así llegamos a nuestros días. La llamada telefónica de Miguel Ángel Corona a Bordalás en la mañana del viernes significó el despido del alicantino que ha visto interrumpido su contrato y no cumplirá el segundo de los años firmados. De por medio, el club abonará los 700.000 euros que había estipulados para la parte que decidiera romper la relación contractual.

El siguiente en aterrizar es Gennaro Gattuso. El italiano llega de la mano de Mendes, pero ni esa premisa, ni ninguna otra son garantía para evitar un despido si te sientas en el banquillo del Valencia CF desde la llegada de Peter Lim.

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