las notas de plaza deportiva

Morales-Carlos Álvarez, conexión establecida

8/09/2024 - 

VALÈNCIA. Conexión establecida y con internet. Falta ajustar la velocidad y el ancho de banda, pero una luz verde indica que ya hay actividad en el ataque del Levante. Puede que la máquina ya haya empezado a funcionar; puede que el enlace entre José Morales y Carlos Álvarez haya comenzado a otorgar las alegrías que está llamado a provocar en Orriols. Fueron chispazos aislados, pero llenos de esperanza. Morales necesitaba el punto de inflexión de su tanto en Cartagonova y Carlitos, que el Comandante entendiera su magia. 

Fue una de las tantas notas positivas del conjunto de Julián Calero en la victoria del Levante frente al Cartagena. Hace falta continuidad, pero hubo más: el sorprendente oficio del equipo, el buen hacer defensivo con un Elgezábal a un nivel de Primera y la aportación de los hombres de refresco dieron forma a la segunda victoria granota de la temporada. Invictos con Calero al mando de la nave. Estas son las notas de Plaza Deportiva tras el Cartagena - Levante: 

Andrés Fernández (7): Clave. Una parada en dos tiempos con el 0-1 ya hondeando en el marcador fue su highlight. Vital para la victoria, pues salvó a bocajarro el empate. No tuvo más protagonismo que esa acción y el del oficio, no mucho menos importante que su intervención para avanzar por el triunfo.

Andrés García (6,5): Terremoto. La cantidad de veces que el canterano percute en ataque y los estragos que provoca cuando lo hace es inversamente proporcional. Hincó el diente muchos menos de lo que pedía el partido en banda diestra, pero hizo daño. Buen partido. De más a menos.

Elgezábal (7): Fuerte. El encuentro del ex del Burgos fue notable. El Levante empezó sufriendo con centros laterales, pero Elgezábal achicó bien y fue un seguro por dentro. No estuvo tan bien en Ipurúa, pero recuperó el nivel. Hombre de Calero. Titular en las cuatro jornadas hasta la fecha. Enorme partido del '5'.

Cabello (6,5): Bien. El de Telde rindió a buen nivel a la vera de Elgezábal. Se retroalimentan. Bien en la salida de balón; bien al corte; bien en el cuerpo a cuerpo. Creciendo sin parar como único central zurdo del equipo. Todo apunta a que esta temporada será un máster adelantado para él.

Pampín (6): Mejor. Es importante que el gallego encuentre su nivel, cuanto antes, en el lateral izquierdo. Empezó mucho mejor y fue creciendo a lo largo de la tarde. Automatismos y fluidez.

Oriol Rey (7): El seguro de Calero. Cuenta los partidos de noventa en noventa minutos. Para Julián Calero, es esencial. No lo saca del campo porque su rendimiento es regular y volvió a mantener su nivel en Cartagena. El centro del campo pivota en Oriol. Correcto, pocas pérdidas. Jugó sencillo. Sin estridencias. La calma en momentos de esquizofrenia. Es la figura que necesita el técnico para ahogar al rival con el balón.

Lozano (5): Peor. Empezó con dudas, pero despertó. Algunas pérdidas suyas sembraron el terror y pudieron provocar el golpe definitvo del Cartagena. Lo evitó la fortuna. Lozano fue de los menos productivos del Levante, no estuvo a su nivel. Lo empeoró respecto a las anteriores citas.

Pablo Martínez (6): También mejoró. Si el encuentro de Pablo fue para olvidar en Ipurúa, en Cartagonova levantó la cabeza. De forma literal. Parece 'recuperado' del esquizofrénico final de mercado y jugó. La pidió. Entró en contacto. Mucho más fino y conectado.

Carlos Álvarez (8): Sigue haciendo magia. Que el Levante abriera el marcador en Cartagonova fue, en gran parte, gracias a Carlitos. Cierto que la definición de Morales fue buena, pero mejor la asistencia del de Sanlúcar, que es un maestro de las asistencias entre líneas. Cuántos galones. Interminables detalles de calidad. Lógico, al fin y al cabo, que Felipe Miñambres todavía no se explica cómo nadie en España ha tocado a la puerta del Ciutat con la tarjeta de crédito en la mano. 

Brugui (6,5): Activo. Esta vez tuvo menos acierto, pero su electricidad es importante para el equipo. Inició la jugada del tanto y tuvo ocasiones para abrir brecha. Además, trabajador. Su recorrido es largo y no escatimó en ayudas atrás.

Morales (7): Punto de inflexión. Marcó el gol que esperaba. Una piedra menos en su mochila, camino de convencer a sus detractores tras su marcha. Empezó tan nublado como en las tres jornadas anteriores, pero el tanto marca de la casa a la media hora de juego arrojó luz a su rostro. Como si dejara de fruncir el ceño y empezara a carburar. ¿Será un punto de inflexión para el Comandante? Su celebración bien reflejó su sentir: festejó con rabia... y con abrazo con Calero.

Iborra (7): Necesario. La salida del capitán aportó en materia de oficio. Correctísimo junto a Oriol en el pivote, saltó por Lozano para dotar de más empaque a una medular. Menos creatividad, pero mayor solidez.

Romero (6): Gol anulado. Aunque el de Cartagena fue el encuentro que Morales espera contar como punto de inflexión, la realidad es que Romero no deja de aportar más movimiento, algo más de electricidad. Tuvo el 0-2 en sus pies... y no falló, pero su hombro adelantado sobre Jorge More, que parecía romper el fuera de juego, le privó de celebrar su segundo tanto del curso. No es titular, de momento, pero su inicio de temporada es bueno.

Algobia (6,5): Notable. Aunque no saltó de inicio y, por ahora, no es figura primordial para Calero, su aportación fue incontestable. Bien en la tarea de mantener la posesión, y también a la hora de la ruptura. En uno de esos avances, sacó una buenísima asistencia para la diana anulada de Romero. Aportó mucho en pocos minutos.

Espí (6,5): Cuidado con el gigante. Falló. Es la realidad. Erró tres ocasiones meridianas. Las tres, ante el rostro de Fuidias. En una de ellas, le reclamaron el pase atrás, pero el canterano quiso definir para reestrenarse en la categoría. En otra, aunque falló en el mano a mano, se cocinó él solo la ocasión manteniendo el esférico en banda y siendo una auténtica roca para Ríos Reina. 

Clemente (6): Aportó. El canario parece desaparecido y, de hecho, gozó de sus primeros minutos de la temporada... con buen sabor de boca. No estuvo nada mal. Estuvo a punto de sumar una asistencia a su estadística personal de no ser por una de esas ocasiones erradas de Espí. Saltó en el 90.

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