VALÈNCIA. Qué poderío físico. Qué gol de ariete. Qué derroche de fuerza. Carlos Espí vale puntos. Ya vale victorias. El delantero de Tabernes volvió de Cartagena con un sabor agridulce en el paladar. Sus tres errores ante Fuidias, que no tuvieron finalmente efecto en el resultado de Cartagonova, han vivido en la mente del joven canterano durante la semana. Apenas seis días han bastado para disipar cualquier regusto quemado. Cuando, ante el Eldense, la tarde se puso cuesta arriba por la presión de doblegar a un rival con nueve, Calero tuvo claro que Espí era su solución. Y Espí le dio la razón a los pocos minutos de ingresar. El tanto, manteniendo la posición ante un central subido prácticamente a la chepa del delantero valenciano, es de muchos quilates. Estas son las notas de Plaza Deportiva tras el Levante - Eldense:
Andrés Fernández (6): Sin mucho trabajo. No ensució sus guantes prácticamente hasta el final del partido, cuando bloqueó dos acometidas del Eldense ya con el Levante por delante.
Andrés García (5): Poco. Hay que pedirle más. Sigue sin aprovechar sus características en ataque. Se prodigó demasiado poco. Demasiado sostenido a la hora de cabalgar.
Elgezábal (7): Líder. Es el capitán de la zaga. Bien saliendo de posición y al corte. Veloz. Contundente. Le sobra para ser el central de referencia de Calero. Hombre de confianza. Un partido más siendo capital para el técnico.
Cabello (6): Serio. Marida bien con el Unai. A su vera, el de Telde firmó otra cita sobria. Clave en la salida de balón por izquierda.
Pampín (7,5): Notable. Buen partido del lateral, que fue de menos a más. Desde el principio, llegador. Y eso tuvo premio. Puso dos balones de gol a Espí: uno acabó en la red, otro en el travesaño.
Oriol Rey (6): Regular. Guardián del centro del campo y responsable de la circulación de balón granota en la medular. Buen encuentro, aunque fue el primer cambio de Calero en pos de restar prioridad al orden e ir a buscar a un Eldense ya con dos hombres menos sobre el tapete. El Levante necesitaba electricidad.
Pablo Martínez (7): Ha vuelto. Buen partido del capitán, que no solo volvió a tomar buenas sensaciones sobre el césped sino que también encontró portería. El golazo, tal y como le ocurrió a Morales la pasada jornada, puede ser el punto inicial del regreso a la Tierra del madrileño, después de todo el mercado con pie y medio fuera de Orriols. Llegó con molestias. Disipadas, aunque todavía le falta un punto de finura.
Lozano (5): Plano. Hasta la expulsión de Ortuño, el encuentro del Levante fue plano. De la mano, también el de Sergio Lozano, desaparecido entre líneas por momentos. Conectó, pero no con continuidad.
Carlos Álvarez (7,5): No paró de intentarlo y tuvo premio. Otra tarde aglutinando gran parte de las opciones del Levante. Partiendo desde la derecha hacia dentro, como casi siempre, evolucionó al ritmo del priopio partido. Le costó más cuando el Eldense se encerró, aunque la sensación es siempre la misma: Carlos debe estar en el campo para buscar los partidos. Lo demostró con su tanto maradoniano, el de la tranquilidad, ya en la recta final.
Brugui (6): Bien. Es imprescindible. Su conexión en tres cuartos aporta a un Levante ahogado en los primeros minutos, y que no carburó realmente hasta que se despojó de la presión de volcar a un rival con nueve.
Morales (5): Sin chispa. No fue, precisamente, un partido para mantener el resurgir del Comandante. Primero, poco fútbol; después, muy pocos espacios, cuando el Eldense quedó con nueve.
Iborra (6): Solución. Calero metió al hijo pródigo como sostén de un movimiento de piezas que iba a terminar dando con la idea ofensiva que terminó decantando la balanza. Iborra sostuvo bien al Levante, que buscó desordenarse ya con el Eldense en importante inferioridad numérica.
Romero (6): Trabajador. Se le exigió curro, mucho curro y compromiso cuando Calero le dio todo el carril diestro al retirar a Andrés García por Kocho. Dio el do de pecho. Pudo anotar, pero falló. Fue un partido en que el trabajo del manchego fue clave, más allá de su buen hacer en la ofensvia.
Espí (8): Ya vale victorias. Lo del gigante de Tavernes tiene mención aparte. Saltó para resolver la papeleta y lo hizo prácticamente en la primera bola que tocó. El derroche de fuerza ante Íñigo Piña para rematar el centro de Pampín recordó a los grandes delanteros, maestros del juego posicional. El central del Eldense no encontró manera de desestabilizarlo. El futuro de Espí está muy abierto y salió contento de Orriols después de la contrariedad con la que regresó de Cartagena, donde erró tres ocasiones claras, a pesar del triunfo. Esta vez, fue letal. Imprescindible para la victoria. Espí ya vale puntos. Es una solución real para Calero con solo 19 años.
Kocho (-)
Xavi Grande (-)