VALÈNCIA. Un estiramiento facial. Una mejora de imagen. El Levante se ha puesto guapo en apenas dos semanas. Parece que el equipo, esta vez sí, se ha aseado y sale de Pucela peinado, perfumado y bien vestido. El empate de Valladolid este sábado supo incluso a poco, porque el conjunto de Felipe Miñambres bien pudo castigar el estrés de un rival que vivió con la espada de su público sobre el cogote durante gran parte del mediodía. No vacunó, pero terminó con la sensación de haber podido hacerlo. También de haber podido morir en la orilla.
Sin embargo, lo positivo de las tablas, que pueden ser del todo útiles si se consigue hacer los deberes en las dos próximas citas ante Zaragoza y Amorebieta, son las sensaciones. Ante el Elche se lograro sacar tres puntos de milagro siendo ostensiblemente peor que el rival; contra el Valladolid no hubo épica, pero sí seriedad. Estas son las notas de Plaza Deportiva tras el Real Valladolid - Levante UD:
Andrés Fernández (6): Bien. Sacó un pie salvador en un mano a mano con Negredo para evitar el 1-0. Esta vez tuvo sorprendentes problemas en el juego aéreo. Estuvo laxo en alguna salida.
Andrés García (6): Veloz. Tardó en sacar la patita, pero cuando lo hizo generó problemas en el costado de Lucas Rosa. No supieron encontrarle en la primera parte, algo más lanzado en la segunda.
Maras (7): Cada día mejor. El serbio fue especialmente bien al corte en Pucela. Guardó su espalda y aunduvo antentísimo a cualquier recepción en la ofensiva vallisoletana. Fue una lapa. Fortísimo, también, en el juego aéreo.
Dela (6,5): Jefe. Esta vez protagonizó algún error impropio del Dela líder de 2024. Una entrega endeble sobre Andrés pudo costar el tanto del rival e incluso la lesión del meta. Pero no dejó de seguir su línea. Partido serio y rocoso. Salvó bajo palos un gol cantado tras mano a mano.
Álex Muñoz (7): Lo de siempre. Serio en defensa y lanzado en ataque. El alicantino da sentido total al entramado defensivo granota y sigue inspirado.
Algobia (7): Muy bien en su regreso. El ex del Getafe volvió a ser titular tras su lesión y jugó a buen nivel. Se entendió con Pablo Martínez y actuó de coche escoba. También repartió en la creación. Encuentro bastante completo.
Pablo Martínez (6,5): Esencial. El capitán es omnipresente. Si ante el Elche, a pesar de la pérdida total del centro del campo, acabó siendo decisivo, el encuentro del '10' en Pucela fue mucho más constante. Abarcó mucho campo, arriba y abajo, en derecha e izquierda.
Lozano (5,5): A tramos. Le faltó cierta chispa, aunque es la bisagra que necesita el equipo en la combinación al primer toque. Como si Miñambres le hubiera exigido que diera velocidad a la circulación.
Rober Ibáñez (6): De menos a más. Empezó excesivamente temeroso y dubitativo, pero creció durante la tarde a nivel particular hasta el punto de aglutinar gran parte del peligro granota. Lo que más le costó, las ayudas en defensa. En esas, fue algo perdido. Acabó desfondado y, como es habitual, muscularmente tocado, aparentemente.
Brugui (7): Peligroso. El catalán es un dolor de muelas constante. Menudo, muchas veces indetectable, fue un arma interesantísima en ataque. Comprometido, además, en tareas defensivas. No escatima esfuerzos.
Fabrício (7): Balones a Fabri. La premisa fue clara desde el inicio: que el brasileño ganara duelos a la carrera para sorprender a una adelantada zaga vallisoletana. Tuvo una dura batalla con el valencianista Tárrega, pero el carioca es incansable. Llegó a anotar, con regate a trompicones, en la recta final. Desató el júbilo de Miñambres, incluso, pero estaba en fuera de juego. Sea como sea, Fabrício es un peligro que no cesa, aunque le falta el punto de clarividencia en la última decisión.
Romero (5): Perdido. Fue el primer cambio para dar relevo a Rober Ibáñez, pero no estuvo bien. También andó perdido en una posición que no es la suya. Comprometid en defensa. Innegociable para el manchego.
Edgar (5): Redebut. Segundo encuentro liguero del centrocampista de Sueca esta temporada. Entró en la primera jornada en Lezama y esta vez en Zorrilla. Entró perdido, también.
Oriol Rey (5,5): Bien, pero sin tiempo. El catalán saltó para el relevo de Algobia, aunque cogió más altura por las exigencias de la cita ya en la recta final. Una buena conducción de su parte habilitó a Brugui para un oportunidad postrera.
Cantero (-)
Valle (-)