La victoria en La Rosaleda permite al Valencia alejar las sombras que volvieron a aparecer tras la derrota ante el Athletic y le permiten poder empezar a mirar hacia la Europa League, competición con la que puede salvar la temporada
MÁLAGA. Tres puntos que saben a gloria después de caer por goleada ante el Athletic el pasado domingo. Tres puntos para volver a abrir la brecha con el pozo hasta los diez puntos, que será de ocho si esta noche gana el Sporting, y para coger moral de cara al dificilísimo choque del próximo domingo ante el Atlético de Madrid en el estadio de Mestalla.
El botín logrado en Málaga es mucho más importante de lo que pudiera parecer viendo la desastrosa temporada que el Valencia CF está realizando. La tranquilidad que le otorga en la tabla haber ganado en Málaga y el repunte que podría darle una victoria ante los colchoneros colocaría a los valencianistas en disposición de poder centrarse en la única carta que le queda, la Europa League.
En Málaga se dio el primer paso para sumar los puntos necesarios en primera división que te hacen no padecer por mantener la categoría. Si se ganara al Atlético, con 37 puntos en la mochila y 10 jornadas por delante el equipo de Neville podría permitirse mirar casi exclusivamente a Europa e intentar la gesta de ganar la segunda división europea.
En 'La Rosaleda' el conjunto de la senyera mejoró principalmente en defensa, donde estuvo bastante más seguro que en las últimas semanas y logró darle la vuelta a un marcador que se le puso en contra en el minuto trece con un golazo de Duje Cop. Es cierto que el equipo peleó, luchó y corrió. Pero ese no ha sido el deficit de este equipo esta temporada en la mayoría de las muchas derrotas sufridas. El equipo casi siempre corre, el problema es que lo hace en muchos casos sin una idea clara de lo que quiere ni de lo que es.
Frente a los malaguistas volvió a ocurrir en el primer acto. El equipo salió desconectado, sin la tensión necesaria para competir en primera división y el equipo que había enfrente sabía el partido que quería hacer y como intentar ganarlo. Chory Castro fue el mejor de ellos y junto con Cop, los minutos que estuvo, hizo daño al equipo del inglés. Muy pronto llegó una jugada de esas que dañan a la vista. Un balón que le quedaba a Barragán para atacar lo perdió por contemporizar y esperar que la pelota se perdiera por la banda dando tiempo a que Miguel Torres se lanzara y pudiera evitar la banda y lanzar una contra blanquiazul que terminó originando la jugada del gol.
Otra vez a remontar. Otra vez un error condenaba a los de Mestalla a remar y a levantar el partido. Hasta el minuto 41 el Málaga se echó atrás y dejó hacer a los de Neville. Hacer, hacer, se hizo poco con criterio. El equipo se estiró pero en ningún momento consiguió generar peligro sobre la portería de Kameni. Barragán fue el jugador que más apareció por el carril diestro pero su nivel es inaceptable para ser jugador del Valencia CF. Él no es el problema, ni el responsable. Lo es el que no es capaz de hacer que los buenos jugadores de ataque que tiene el club brillen o aparezcan en esas posiciones en las que suele aparecer en exceso el andaluz.
Al filo del descanso apareció el regalo de la jornada y seguramente de la temporada para el Valencia CF. Alcácer levantó un centro desde la derecha y Kameni en una acción incomprensible para un portero de su nivel despejó la pelota al fondo de su red. Fue un remate inapelable. Por mucho que se enfadara 'La Rosaleda' el camerunés que si recibió un contacto del ruso Cheryshev en su bota izquierda, en ningún caso podrá justificar que metiera la pelota en su propia portería.
El Valencia CF se encontró con el empate y los malaguistas se quedaron desconcertados por el abultado error de su portero, que luego intentaron justificar como un gravísimo error arbitral. La falta pudo existir, pero el error del africano también existió y le dio vida a los valencianistas. Pronto llego el descanso y nada más salir de los vestuarios André Gomes volvió a cabalgar como en Granada para entregarle un balón perfecto a Cheryshev y dejar solo mano a mano al ruso ante el guardameta blanquiazul.
El ruso no se puso nervioso. La cruzó con clase y puso el uno a dos que sería definitivo. Dos goles lleva Cheryshev y ambos le han dado seis puntos de oro al Valencia CF. A partir de ese momento los de Neville replegaron filas y esperaron en su campo. Javi Fuego fue especialmente importante equilibrando al equipo y Mustafi jugó su mejor partido en meses. Entre ambos contuvieron las acometidas locales y entre Rodrigo, Alcácer y Cheryshev estuvieron a punto de dare la puntilla al resultado. Al final la incertidumbre se mantuvo hasta el pitido final pero no se registró ninguna ocasión clara para el Málaga.
La victoria voló hasta Valencia. Un triunfo muy importante y que sirve para que el equipo vuelva a asentarse en la zona tranquila de la tabla, a siete puntos del séptimo clasificado y con el premio gordo que sería poder centrarse en Europa si el domingo se gana al Atlético. El objetivo era muy distinto cuando arrancó el año, pero el valencianista bastante tiene con no sufrir en Liga y soñar con algo bonito en Europa.