VALÈNCIA. Una sola parada en noventa minutos, al rechazar de forma magistral un remate en plancha de Iago Aspas, demostraron la importancia del brasileño Norberto Murara "Neto" para el Valencia, en el que se ha convertido en el "arma secreta" de su entrenador Marcelino García Toral.
Era el minuto 35 del Valencia-Celta y Neto casi no había intervenido hasta ese momento. Apenas tuvo que hacerlo después a pesar de que recibió un gol en la segunda y última llegada del rival. Su efectividad, que fue una de las claves del triunfo, ha marcado la trayectoria del equipo en este campeonato.
A estas alturas de la Liga, Neto considera que la de este sábado no fue la parada de su vida, pero sí una acción importante que contribuyó a la victoria del equipo.
"Las paradas son consecuencia del trabajo que se realiza durante la semana", agregó tras la victoria por 2-1 ante el Celta el portero del Valencia, quien no se pone otro objetivo que seguir con el nivel de juego que mantiene al equipo en la segunda posición de la tabla.
Neto ha recibido catorce goles en Liga, a una media de menos de uno por partido, que bien pudieron ser quince si el árbitro hubiera visto que la pelota lanzada por Messi entró en su portería en el partido ante el Barcelona, tras el mayor error cometido por el meta hasta el momento.
Nadie duda ni de que falló estrepitosamente en esa jugada, ni de que el balón rebasó la línea. Sin embargo, su agilidad y capacidad de reacción le permitieron llegar al balón, sacarlo desde dentro y propiciar la equivocación del juez de línea y el árbitro.
Neto, nacido en Araxa hace 28 años, fue uno de los primeros futbolistas que se incorporaron al proyecto valencianista para el actual campeonato.
Llegó el 7 de julio con un coste próximo a los siete millones de euros tras haber completado una etapa en el Juventus italiano como suplente del gran Guianluigi Buffon.
Se trataba de un portero poco conocido en España, que se había formado ya a nivel de elite en el Atlético Paranaense de su país y que en 2011, con 22 años, ya estaba en Italia para jugar en el Fiorentina, donde permaneció cuatro años antes de firmar por el Juventus en 2015.
Cuando llegó, poco sabía el aficionados valenciano de Neto. Venía para sustituir a su compatriota, Diego Alves, un guardameta que quedará en la historia del Valencia y de la Liga por sus elevados porcentajes a la hora de detener penaltis.
Al margen de su buena planta, lo que sí llamó la atención en su presentación como jugador del Valencia fue su dominio del castellano con un cierto acento argentino, justificado por el nuevo guardameta valencianista en la relación que tuvo en Brasil con futbolistas de países limítrofes, pero sobre todo por el que, paradójicamente, aprendió en Italia.
Neto desveló que en el Fiorentina hizo buena amistad con Joaquín Sánchez, emblemático jugador del Betis que también pasó una buena temporada en el Valencia. El humor, los chistes y el desparpajo del futbolista andaluz contribuyeron al progreso del portero brasileño en el castellano.
El nuevo guardameta del Valencia se ha convertido en poco tiempo en un hombre clave para su equipo, con paradas determinantes en cada encuentro y una gran capacidad tanto para mandar a sus defensas como para estar bien colocado en las acciones más comprometidas.
Por ello, Neto reconoce que en el equipo hay mentalidad ganadora y que ante el Celta no acusaron la derrota sufrida en Getafe una semana antes, la primera de toda la Liga y que no llegó hasta la jornada catorce.
"Creemos mucho en nosotros, pero no nos marcamos objetivos. Si estamos arriba es normal que algunos hablen de la posibilidad de ganar la Liga, pero nuestro único objetivo es mantener esta dinámica", explicó tras la victoria de su equipo contra el Celta.