VALÈNCIA. El Valencia vivirá tras el último parón de la Liga de 2018 un final de año frenético con ocho partidos en un mes, algunos de ellos ante rivales tan cualificados como el Real Madrid y el Sevilla en LaLiga o el Juventus y el Manchester United en la Liga de Campeones.
El equipo de Marcelino García Toral competirá en todos los frentes posibles con el triple objetivo de rehacerse tras un mal inicio de Liga, soñar con la clasificación en la Liga de Campeones y no dejarse sorprender en la Copa del Rey.
A partir de este lunes, el Valencia vivirá una semana tranquila con muchos de sus jugadores ausentes por los compromisos de sus selecciones nacionales, pero a partir de la mitad de la semana siguiente empezará a trabajar con la plantilla al completo centrado en uno de los finales de año más intensos de las últimas campañas.
Entre el encuentro del sábado 24 ante el Rayo Vallecano en Mestalla y la visita del Huesca al estadio valencianista el 22 de diciembre, en el último compromiso de 2018, habrán pasado tan solo 29 días.
De los ocho partidos de esta serie, los valencianistas disputarán cinco en Mestalla y los tres restantes a domicilio.
El partido ante el Rayo Vallecano abrirá la serie con la necesidad para el Valencia de redimirse de sus malos resultados en casa y obtener, a la séptima, la primera victoria ante su público tras los cinco empates y la derrota que acumula ante su afición en Liga.
A continuación, el equipo cambiará de competición para visitar al Juventus, en la quinta jornada de la fase de grupos de la Liga de Campeones, con la necesidad de ganar y, en el peor de los casos, lograr el mismo resultado que consiga el Manchester United en su partido ante el Young Boys y poder jugarse la clasificación en el cierre del grupo.
De vuelta a la Liga, el siguiente rival, ya en diciembre, será el Real Madrid en el estadio Santiago Bernabeu, en uno de los partidos más complicados no solo de esta fase de la temporada, sino de toda la Liga, tras el que el martes 4 recibirá al Ebro en la vuelta de los dieciseisavos de final de la Copa del Rey.
Se trata del encuentro aparentemente más sencillo, ya que el rival es de Segunda División B y el Valencia le ganó a domicilio por 1-2, aunque no se puede confiar, pues un tropiezo a estas alturas de la Liga supondría un golpe difícil de superar.
Este será el primero de tres encuentros seguidos en Mestalla, donde a continuación recibirá a un Sevilla que ha rendido bien hasta el momento en todas las competiciones, antes de medirse al Manchester United en un choque abierto a cualquier expectativa.
Puede tratarse un encuentro intrascendente en función de los resultados de la anterior jornada en la Liga de Campeones o de convertirse en uno de los partidos clave de la temporada si el Valencia, con una victoria, puede conseguir la clasificación para los octavos de final de la máxima competición continental.
Para cerrar el año, el equipo valenciano se mide en la Liga a dos rivales con un potencial teóricamente inferior, pero ante los que tiene debe cerrar el año con dos resultados favorables.
Primero visitará al Eibar y, a continuación, recibirá al Huesca en un enfrentamiento inédito en la historia de ambos clubes.