La situación del técnico del Valencia, por resultados malos, por juego, control del vestuario, ambiente, y más cosas, es insostenible. Alargarlo más no ayuda. El Valencia actual le viene grande y con un vestuario que no cree en él
VALENCIA. Disparar a Nuno no es un síntoma de mediocridad. La falta de recursos del técnico para buscar soluciones, la ausencia de fútbol y el que siga dibujando una realidad paralela le ponen claramente en la diana. Es evidente que no vemos el fútbol que él dice ver. Él afirma que cree mucho en esta plantilla y en su capacidad. El valencianismo no lo ve así. Yo, tampoco. Unánime en este sentido. Él es el timonel de un equipo que no da señales de vida y que navega sin rumbo. Y los jugadores parecen no tener amor propio. Al aficionado se le están quitando las ganas de ver a su equipo. Pero hace tiempo que señaló al técnico.
Tendrá un conjunto joven, eso sí, pero no ha sabido mezclar bien con los veteranos, y no está compitiendo ni en la Liga ni en la Champions. Este equipo con él no funciona. Ha perdido el hilo del equipo. Se ha pinchado el globo.
Nuno dirige un equipo que carece de espíritu y que partido tras partido transmite unas señales cada vez más preocupantes. ¿Dónde está la agresividad de la temporada pasada?. Se la debió de llevar toda Otamendi, porque aquí no aparece. Y su planificación deportiva para esta temporada junto a su agente y amigo, Jorge Mendes, ha quedado en entredicho. Y ha sido un error, pagar a precio de oro la contratación de algunos jugadores. Ese sobrepecio pagado por estos futbolistas que se ficharon clama al cielo. Y Nuno es responsable de ello. El dijo ok a todo. Se dice que por Santos el Braga pedía 7,5 millones de euros y su precio final casi en torno a 10. Los 15 millones de euros pagados por Joao Cancelo son totalmente desorbitados.
Veo jugar a Cancelo con la sub21 portuguesa y es otro. Pero también veo al Cancelo del Valencia en los últimos meses, y también he visto lo que es capaz de hacer. No sé si es culpa suya o de que su juego encaja más en un sitio que en otro. Porque uno cuando se hace grande es en su equipo. Por no volver otra vez a los 25 de Enzo Pérez, del cual sólo recuerdo el gran partido del día del Real Madrid en Mestalla. Pero ha llovido bastante desde entonces. En los demás no ha justificado su precio. Lo mismo que Abdennour, que era un defensa imperial en el Toulouse y en el Mónaco, y ahora no es ni sombra de ello ni el futbolista total que se nos vendió y que el Valencia pagó muy bien. En todas está Mendes con la connivencia de su amigo Nuno Espírito Santo. Luego llegará el negocio de la compraventa de jugadores. Mendes tiene en Mestalla el abono ideal para arraigar como hizo en La Coruña o en Zaragoza. Y medió zarpó en el Atlético.
Y el once titular de Nuno es menos competitivo que el del año pasado. Y encima sigue con los experimentos. En el partido más decisivo me pones a un juvenil, por cierto, cliente de nuevo cuño de Mendes. ¡Qué casualidad! Tan malos son los demás. Lo que pone de manifiesto lo perdido que está un entrenador que sólo se mantiene aún en el cargo por cuestión de afinidad con la propiedad. Con el "jefe" del club.
Ahora mismo al Valencia le atenaza una especie de psicosis de la que no veo el Nuno psicólogo capaz de sacarlo para dar la vuelta a la tortilla. Creo que es más enemigo el propio Valencia que no sabe a que juega que el rival de enfrente. Ahora la derrota en Rusia abre más este debate. El cántico de la afición no ofrece dudas. Si todavía no han tomado la decisión de destituir a un técnico que es incapaz de salvar esto, Lim es el responsable a día de hoy. O destituye ya a Nuno o el siguiente será el "Peter vete ya" y los cánticos se volverán del banquillo al palco. El entrenador es la punta del iceberg. Y falta un proyecto deportivo y una estructura de club. Porque no veo autocrítica en el entrenador. La justa aprecio. Y digo que de vez en cuando conviene mirar más allá del propio ombligo. Siempre dice lo mismo como un disco rayado en las ruedas de prensa e incluso afirma que la idea de este proyecto estar muy en breve entre los mejores equipos de Europa. Eso me suena a broma, porque nadie a día de hoy lo ve posible con él. Imposible eso y jugar bien al fútbol.
Ahora la pelota ha pasado ya a la propiedad. Eso creemos. Ya va siendo hora de exigirles que tomen decisiones. La sensación de indiferencia en las decisiones no beneficia a nadie. Porque el valencianismo está en pie de guerra. El problema es el entrenador. Ah, y hay que recordar también que culpables de toda esta situación son los propios futbolistas.
No hay otra solución que un cambio de rumbo en la dirección. El Valencia CF necesita otro entrenador junto a un Director Deportivo capacitado e independiente, capaz de detectar los problemas y apuntalarlos. Y de asesorar a un entrenador para mejorarlo. Y de fichar bien. Eso es lo que hace falta.
La situación del técnico del Valencia, por resultados malos, por juego, control del vestuario, ambiente, y más cosas, es insostenible. Alargarlo más no ayuda. El Valencia actual le viene grande y con un vestuario que no cree en él.